Los productores de leche de Brasil vuelven a presionar para que bajen las importaciones de leche y esa iniciativa afecta principalmente a Uruguay y Argentina.
Datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio (Mdic), difundidos por la plataforma oficial Comex Stat, muestran que las importaciones de leche en polvo, nata y derivados lácteos de los países socios de Brasil en el Mercosur (Argentina y Uruguay) batieron récord entre enero y mayo de este año. En estos primeros cinco meses, el país importó el equivalente a US$ 350,5 millones, casi un 293% más respecto al mismo período de 2022. Argentina es el mayor proveedor de estos productos (56%), seguido de Uruguay (34%), según publicó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocloa).
La Asociación Brasileña de Productores de Leche (Abraleite) dijo que las importaciones de leche se triplicaron, impactando directamente en la definición del precio al productor. “Solo en mayo, las importaciones pasaron de un nivel histórico del 3% al 10% del consumo de leche en Brasil”, afirmó Geraldo Borges, presidente de Abraleite.
En 2022, el consumo interno alcanzó los 34 mil millones de litros, volumen que incluye también la leche para la elaboración de derivados.
“En este contexto, el fuerte aumento de las importaciones conduce a un aumento artificial de la disponibilidad de leche y derivados, sin perspectivas concretas de aumento del consumo”, según la visión de Borges. Para el titular de Abraleite, la situación actual agrava el escenario de incertidumbres para la reanudación del crecimiento y la competitividad de la ganadería lechera brasileña.