“Un juez que solo escuchó la campana del gremio firmó una cautelar que dice que no podemos despedir ni podemos contratar a nadie, es decir, quieren que cerremos la fábrica”. Así sintetizó la situación que atraviesa la firma Lácteos Vidal su dueña, Alejandra Bada.
Luego aclaró que al llegar la mencionada medida cautelar la empresa ya había enviado el telegrama de despido de 26 trabajadores que durante los últimos dos meses venían realizando reclamos junto a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), y a otros tres empleados a los que no pueden despedir por ser delegados gremiales los “liberaron de prestar tareas”. Además, aclaró que la cautelar ya fue apelada por la empresa.
Bada se refiere a la medida dictada por el juez José Ignacio Ramonet, a cargo del Juzgado Nacional de Trabajo N° 69, quien hizo lugar a una cautelar presentada por Atilra.
“Despedimos a los que hace más de 60 días nos bloquearon y están en connivencia con el Sindicato para fundirnos. Nuestra prioridad es el bienestar de los muchachos que están trabajando”, dijo la empresaria a Clarín Rural, y agregó: “La relación con esta gente está rota. Amenazaron a los compañeros, los ningunearon, por lo que se perdió totalmente la confianza”, aseguró.
El conflicto empezó a mediados de julio con el reclamo del gremio por la recategorización de catorce empleados de la fábrica ubicada en la localidad de Moctezuma, en el oeste bonaerense. El 20 de julio se dictó la conciliación obligatoria y las tareas en la fábrica se reanudaron con un funcionamiento “de crisis” ya que, previendo nuevas complicaciones con el sindicato, la producción no se reactivó en su totalidad. Pero el 11 de agosto, con el vencimiento de la medida, Atilra volvió a acampar frente al establecimiento hasta hace pocos días.
Bada relató que la situación de la empresa es muy delicada porque durante este tiempo tuvieron que operar con solo 12 de los 46 empleados, por lo que no pudieron procesar el volumen habitual de leche. “Hay muchos productos que hace rato que no tenemos y no pudimos vender”, afirmó.
“Nuestra intención es seguir por todos los muchachos que están trabajando y por el pueblo que depende mucho de esta fábrica”, sostuvo la empresaria, y agregó que ya tomaron a 10 empleados nuevos. “El sindicato será responsable de los daños y perjuicios ocasionados a la empresa, de las pérdidas que estamos teniendo como consecuencia de este ataque feroz”, cerró.
Mientras tanto, 21 empleados de la fábrica firmaron con nombre, apellido y DNI una carta en la que aseguran que el reclamo se realizó de forma pacífica y pública, sin bloqueos, y acusan a la dirigencia de la empresa de negarse al diálogo y de acudir a la violencia para “amedrentar” a los trabajadores. “Hubo uso y exhibición de armas de fuego para amedrentar compañeros por parte de uno de los dueños; la embestida con un camión de reparto conducido por otra de las dueñas, dañó el portón de entrada y provocó la caída violenta de compañeros presentes”, advierten en un texto publicado en la página de Atilra.
Por su parte la abogada de la empresa, Florencia Arietto, informó que hay dos denuncias contra el gremio Atilra. “Esto nunca fue un paro. siempre fue un bloqueo extorsivo”, disparó. “Atilra hace siempre hace lo mismo con todas las fábricas lácteas del país: quiere tomar las decisiones de la fábrica y si no, te impide el trabajo. Esto se tiene que terminar, no solo pasa en Lácteos Vidal, que es una empresa que mantiene a flote un pueblo entero, como es Moctezuma, sino que pasa sistemáticamente con todas las otras lácteas del país”, denunció la abogada.
“Esto es la mafia sindical que no defiende la fuente de trabajo y los derechos de los trabajadores, sino que solamente están defendiendo sus propios privilegios sindicales, afectando no solamente a las empresas porque las quieren fundir, si no quieren llevarlas a un lugar de desesperación para que inversores amigos las compren por monedas. Ya sabemos cómo operan, vamos a ir hasta el fondo”, cerró.