Descubre por qué la raza Holstein es la campeona de la producción láctea en Colombia y qué otras vacas impulsan el sector.
La industria láctea colombiana tiene una indiscutible líder cuando se trata de producción de leche: la raza Holstein. Esta imponente vaca, de origen holandés, se ha consolidado como la opción predilecta de los productores lecheros en diversas regiones del país, especialmente en zonas de clima frío como Nariño, Cauca y el altiplano cundiboyacense. Su dominio se basa en una combinación de factores genéticos y de adaptabilidad que la posicionan como un activo fundamental para el sector lácteo nacional.
La Holstein es reconocida mundialmente por su excepcional capacidad de rendimiento. Son animales de gran tamaño, con un peso que ronda los 650 kilogramos, y una conformación corporal diseñada específicamente para la alta producción de leche, destacando su ubre de gran volumen. Aunque el promedio de una buena vaca en sistemas extensivos puede ser de 6 a 10 litros por día, se han registrado casos de ejemplares en Colombia que superan los 50 litros diarios en dos ordeños, una cifra que la convierte en el estándar de oro de la ganadería lechera intensiva.
Si bien la leche Holstein puede tener un contenido de grasa y proteína ligeramente inferior al de otras razas, su notable volumen de producción compensa esta característica, haciéndola altamente eficiente en términos económicos para los productores. Además, su capacidad de adaptación a diferentes sistemas de producción, incluso a través de cruces que mejoran su rusticidad para el pastoreo, ha permitido que su influencia se extienda más allá de los climas fríos, asegurando su predominio en la producción lechera colombiana.
Sin embargo, la ganadería lechera de Colombia no se limita a la Holstein. Otras razas juegan un papel crucial, aportando diversidad y adaptabilidad a distintos nichos de mercado y condiciones climáticas. La Jersey, por ejemplo, se valora por la alta calidad de su leche para la elaboración de quesos. La Normando es una raza de doble propósito con leche rica en sólidos, mientras que la Pardo Suizo es una excelente productora de volumen y la Gyr es ideal para el trópico bajo. La Simmental, también de doble propósito, ofrece un buen equilibrio entre leche y carne.
En última instancia, la elección de la raza más adecuada para un tambo en Colombia depende de factores como el clima, el sistema de producción y los objetivos de negocio de cada productor lechero. No obstante, en términos de volumen de leche cruda, la Holstein continúa siendo la indiscutible líder, marcando el ritmo de la industria láctea nacional y consolidando su posición como la vaca más productiva del país.
Fuente: MSN Noticias – Colombia