La idea original del ordeñe robótico fue la de liberar al ser humano de la presión de realizar tan ardua tarea.
No era un tema menor ya que en todo el mundo aumenta año tras año la dificultad en contratar gente interesada en la vida del ordeñador. Vivir entre la bosta (lavando y ordeñando vacas), el barro, la exposición física a los temporales y horarios a contramano durante 100% de los días del año (sin feriados ni fin de semana) entre otras cosas, obligan a pactar una alta retribución al tambero (en la mayoría de los casos un % sobre la venta de leche). Habiendo conseguido una persona idónea y comprometida para ocupar el puesto, luego quedaba observar la alta rotación del equipo de ayudantes de fosa restantes a quienes un sueldo termina no convenciendo. Esto no es un detalle menor ya que limita seriamente obtener resultados productivos proyectados según el modelo productivo.

El ordeñe robótico libera al hombre de todo esto permitiéndole organizar el trabajo directamente en horarios de oficina, mientras las máquinas se ocupan del resto. Interesante ver cómo cambia el uso del tiempo con la incorporación de la tecnología en el siguiente gráfico, adaptado de un trabajo de García et al 2015, donde se produce un enroque de uso del tiempo desde la rutina de ordeñar las vacas hacia el análisis de datos y del negocio:

GRANJA

¡Pero todavía quedaba un trabajo por hacerse y era ir a buscar las vacas y traerlas al ordeño! …así que surgió la pregunta “¿…no vendrán solitas a ordeñarse…?”

“¡ …y las vacas vinieron!”

Surgió el concepto del “ordeñe voluntario” pues dándole de comer en el robot el animal se acostumbra rápidamente en rumbear para la ordeñadora automática. Luego de centenares de años donde las vacas se movían al ritmo humano aparece un sistema de producción lechera donde todo se mueve al ritmo de la vaca. Nunca visto…un nuevo paradigma de la lechería. Toda la configuración técnica para la operación y funcionamiento del robot se hace comprendiendo y respetando el comportamiento animal. Finalmente, la vaca es libre de hacer como quiera…si quiere dormir, duerme; si quiere comer, come y si quiere ordeñarse, se ordeña. Justo al revés de lo que se hace habitualmente hoy en los tambos.

Rebelión en la granja

El sistema de ordeño robótico voluntario (ORV) permite a la vaca la “libertad de manifestar su comportamiento natural” (la 5° libertad indicada por la Organización Mundial de Salud Animal al describir BIENESTAR ANIMAL). Y aquí empiezan las sorpresas: las vacas no eligen ordeñarse en la madrugada y es muy marcado en los sistemas pastoriles robotizados…las vacas manejan otros horarios.

GRANJA

Después sorprende el comportamiento de la vaca ante la oferta de alimentos que deben estar disponibles permanentemente para cuando cada una vaca se acerque a la pista de alimentación, el uso del robotito arrimador, con 6 a 8 pasadas diarias, resulta indispensable para que esto ocurra. La interacción entre el uso de forrajes en el mixer y el consumo de concentrado en el robot incitan la investigación para la formulación del RPM (ración parcialmente mezclada) y la configuración de suministro de alimento balanceado en el robot.

El primer impacto de las libertades de la vaca es sobre la salud lo que redunda en más longevidad, se cita mínimamente +1 lactancia más.

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