El proyecto piloto inicial tiene previsto reciclar 10.000 collares para vacas que han llegado al final de su vida útil este año y proporcionará una plantilla para reciclar todo tipo de residuos electrónicos de las granjas a medida que la ganadería digital basada en datos se convierte en algo habitual.

Los collares para vacas son cada vez más utilizados por los ganaderos neozelandeses para ayudar a gestionar el bienestar de los animales, realizar un seguimiento de la productividad y controlar a los animales en la granja. Alrededor del 17% del rebaño lechero nacional lleva ahora collares.

Pauline Calvert, responsable de la unidad de negocio ganadero de MSD Nueva Zelanda, afirma que la minimización de residuos y el apoyo a los esfuerzos de sostenibilidad son una prioridad para MSD Animal Health.

“MSD Animal Health lleva trabajando con Agrecovery desde 2006 para reciclar algunos de los envases de sus productos zoosanitarios. El reciclaje de los cuellos de las vacas es una progresión natural para nosotros, como líderes del sector, a la hora de implementar soluciones para los materiales electrónicos en las granjas. Es fundamental para nuestro negocio y queremos ayudar a nuestros clientes a cumplir también sus objetivos de sostenibilidad para que, colectivamente, estemos marcando la diferencia.”

El director ejecutivo de Agrecovery, Tony Wilson, afirma que los ganaderos tienen cada vez más componentes eléctricos en las granjas. Esto puede ir desde collares hasta teléfonos móviles, lectores de identificación electrónica, sensores en sus corrales y establos de ordeño, baterías y dispositivos de seguimiento. Los residuos electrónicos seguirán aumentando a medida que la agricultura evolucione hacia operaciones más digitales y basadas en datos.

“Todos estos componentes tienen metal, plástico y una placa de circuitos en su interior. Lo que MSD Animal Health está haciendo con este proyecto piloto con Agrecovery es directamente transferible a todos esos otros productos”, afirma Wilson.

Agrecovery ha desarrollado un proceso que tarda unos cinco minutos en deconstruir cada collar SenseHub Dairy, separando la hebilla, el peso de acero, varios plásticos y la electrónica.

También se retiran las cubiertas de plástico de los componentes electrónicos para reciclarlos por separado. A continuación, los componentes se envían a los recicladores correspondientes, donde pueden reciclarse y utilizarse en nuevos productos.

Trabajando a través de Agrecovery, los collares se recogerán en un centro de la Isla Norte y otro de la Isla Sur, y MSD Animal Health recogerá los collares de sus clientes a medida que se vayan renovando. El plan también significa que los ganaderos pueden demostrar que pueden cumplir sus procesos lácteos iniciativas medioambientales como el plan Co-operative Difference de Fonterra, que paga a los ganaderos una prima por alcanzar objetivos en torno a la calidad de la leche, la sostenibilidad, el bienestar animal y la salud y la seguridad.

“Gracias a nuestra colaboración con Agrecovery sabremos de qué granja proceden los cuellos y cuántos cuellos han reciclado”, afirma Calvert. “Nuestros clientes ganaderos podrán utilizar esta información para alcanzar sus propios objetivos de sostenibilidad y seguir marcando una verdadera diferencia en nuestro futuro”.

El Gobierno cuenta con un programa obligatorio de gestión de productos zoosanitarios que entrará en vigor en septiembre de este año en virtud de la Ley de minimización de residuos, y Agrecovery es un proveedor acreditado; sin embargo, aún no existe un plan obligatorio para los residuos electrónicos.