La sequía, el dólar soja que afecta negativamente a las economías regionales, el cierre de casi 400 tambos en 2022 que provoca la concentración de la producción primaria y los aranceles para exportar, estuvieron en la agenda de la mesa lechera que se reunió en la capital cordobesa.
El encuentro fue convocado por el gobierno de Córdoba, a través de Sergio Busso, ministro de Agricultura, y Eduardo Accastello, de Industria; quienes reafirmaron que “toda la cadena láctea provincial es una economía regional, de alto impacto positivo en el desarrollo social y productivo, de las diferentes localidades y regiones, y como tal sus necesidades deben estar en la agenda nacional”.
Participaron un centenar de representantes de todos los eslabones de la lechería cordobesa, esto es, de la producción primaria, el sector industrial, el sector educativo y las cámaras profesionales que nuclean la actividad y al término del encuentro se definieron los siguientes puntos estratégicos para avanzar en el corto plazo:
-Dejar constituido un Consejo Provincial de Desarrollo Lácteo, como ámbito institucional de participación para acordar diferentes políticas públicas para fortalecer al sector.
-Pedir una audiencia con el secretario de Industria y Desarrollo Productivo dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, para el reconocimiento del sector lácteo de Córdoba como una economía regional.
-Solicitar al Gobierno nacional la eliminación de las retenciones a la leche en polvo y al queso.
-Convocar al Consejo Federal Lechero Nacional para tratar los puntos de coyuntura urgente.
-Hacer operativa las compensaciones para el productor por el dólar soja y la creación de un Fondo de Compensación y Desarrollo Lácteo en Argentina, para contar con financiamiento para ser más competitivos e internacionalizar los productos.
-Avanzar en un esquema de financiamiento acorde a las necesidades de la actividad láctea.
-Trabajar en el Fondo Rotatorio para Cooperativas del sector lácteo.
-Incorporar en todos los programas nacionales de producción primaria e industrial, a la cadena láctea.
“Se analizó la incidencia negativa del dólar soja para los productores lecheros con relación al costo del alquiler de los campos por parte de los tamberos cordobeses y, también, la situación de falta de agua, por lo cual se pedirá al Gobierno nacional la declaración de emergencia hídrica”, informaron.
Busso aseguró que es necesario “poner fin al esquema de retenciones que pesan sobre el sector lácteo porque afectan a la competitividad de nuestras empresas en mercados internacionales. No hay justificativo para que la leche en polvo y los quesos sean penalizados con retenciones. La lechería para Córdoba es una economía regional y vamos a trabajar para fortalecerla”.
Por su parte, el ministro Eduardo Accastello expresó: “Este encuentro es el puntapié de una organización permanente de la cadena de valor del sector lácteo como sector productivo cordobés y como el inicio de una etapa de construcción para fortalecer a la lechería provincial”.
Desde la producción primaria
Marisa Boschetti, directora de Federación Agraria Argentina (FAA) y productora láctea de la zona de Alicia, dijo que la situación “está muy complicada para el sector tambero y por eso veníamos pidiendo un encuentro con todos los actores de la cadena para tomar decisiones que nos permitan hacer resurgir una nueva lechería en Argentina”.
Para eso, necesitan herramientas y políticas públicas. “En primer lugar, pedimos que se declare a la lechería como una economía regional, lo que nos permite acceder a algunos beneficios impositivos que hoy no tenemos y que vendrían a aliviar un poco la presión fiscal que padecemos tanto la producción primaria como la industria”.
“Las retenciones que aplican a los productos lácteos le quitan competitividad a la industria”, agregó.
“Y otro punto fuerte que reclamamos es el financiamiento para que el productor pueda proyectar inversiones en tecnología, para no desaparecer. Pero cuando hablamos de financiamiento, no nos referimos a un préstamo con una tasa de interés del 90%, es imposible, sino a tasas subsidiadas”.
Destacó que el sector está atravesando un muy mal momento que se refleja en el cierre de tambos. “En 2022, casi 400 tambos cerraron”, dijo. “Pero como la cantidad de litros es la misma, nadie se preocupa. Por eso estamos hablando de que hay un proceso de concentración que se podría evitar apoyando a los tambos chicos para adquirir tecnología”, agregó.
Lamentó que no hayan sido incluidos por la Nación en políticas de compensación para los afectados por el dólar soja. “No midieron las consecuencias de la medida”, dijo. “Desde Federación Agraria venimos pidiendo, desde el primer dólar soja, apoyo para la lechería, pero ni siquiera nos escucharon”.
Finalmente, valoró que desde Córdoba se va a intentar sumar a otras provincias lecheras como Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, para fortalecer el reclamo federal ante el Gobierno de la Nación.
Desde la industria
Otro de los presentes en el encuentro del sector lácteo fue el industrial Álvaro Ugartemendía. En diálogo con El Diario Rural, hizo un análisis partiendo de la reciente visita comercial de una delegación Argentina a Singapur y Vietnam con la finalidad de vender nuestros productos a esos países. “Fue un viaje pura y exclusivamente comercial, y allí pudimos ver, en forma directa, los obstáculos que tenemos como país para ingresar a esos mercados. No estamos hablando de un problema de productividad, el problema es que no podemos ni siquiera equipararnos por nuestra realidad impositiva. Además de las retenciones, están los aranceles que nos ponen en los países de destino porque no hay acuerdos bilaterales”, dijo.
Al regresar, advirtió otro panorama: “Vemos que además del tema impositivo, acá tenemos una realidad compleja, como la sequía más severa de los últimos noventa o cien años y el aumento de insumos básicos como consecuencia del dólar soja, lo que es un cóctel que va a complicar la producción del primer semestre”, planteó.
Por eso, valoró que, en ese contexto tan adverso, “Córdoba haya tomado el liderazgo para juntarnos en una mesa y para darle continuidad a este trabajo común, para no vernos de reojo, productores e industriales, sino, para trabajar juntos con el Estado y otros participantes como el colegio de Ingenieros Agrónomos y el de Veterinarios”.
“Por ejemplo, si veo que cierran tambos, tengo que entender que eso no afecta solo a la producción primaria, porque ese proceso de concentración después va a representar una concentración de la industria y también va a significar pérdidas para muchos pueblos de la región. Tenemos que romper conceptos culturales y trabajar juntos para una mejor lechería y un primer paso es declararla como una economía regional”, cerró.