El tema generó un contrapunto entre Juan Schiaretti y Sergio Massa. Efectivamente no fueron eliminadas, fueron suspendidas por tres meses las retenciones a las exportaciones lácteas. ¿Y a nosotros qué? Los beneficios de la quita de retenciones no alcanzará a la actividad prácticamente en ningún caso. Lo que los tamberos necesitan es financiación para poder alimentar a las vacas.
Por eso la medida no tendrá ninguna efectividad para mejorar la rentabilidad de tambos y usinas lácteas. No alcanzará para mejorarle el precio al productor.
Entre El Niño que no llega a las principales cuencas lecheras y la seca que se vuelve infernal, los precios internacionales en el piso, un mercado interno tapado de problemas causados por medidas desmedidas como los distintos tipos de cambio y otras (malas) yerbas, los productores lecheros están desahuciados. El precio del alimento para las vacas alcanzó valores impagables.
La mesa santafesina de tamberos no quiere ser desagradecida con las medidas que no le aportarán nada, y mantienen la tenue ilusión de que a se podrá gestionar alguna financiación, a largo plazo y con tasas compensadas, como pidieron al ministro Massa en el encuentro de Pilar. Pero, por ahora para el productor lechero, ni justicia.
Massa pidió a los industriales, que además fijan el precio a los productores, que derramen en ellos este beneficio, pero todo indica que no va a ser posible.
La medida no sirve para mejorar la rentabilidad del productor tambero que, en sólo un mes, ya vio deteriorado su ingreso casi un 30% a causa de la inflación, la devaluación y el aumento de costos por sequía.
Con esta suspensión transitoria, se le afloja un poco la soga al cuello a las operaciones de exportación, reduciendo levemente el quebranto que pasa de una pérdida de alrededor de U$S 1000 a U$S 700 por Tn de leche en polvo.
De ninguna manera va a mejorar el precio al productor, lo explicó Ercole Felippa, quien además de ser presidente del Centro de la Industria Lechera, es productor tambero y presidente de la cooperativa Manfrey.
El punto es que tampoco beneficia la industria. En el sistema de retenciones, no todos los productos lácteos tienen los mismos aranceles. En un escenario de producciones diversas, esto favorece a algunas industrias y perjudica a otras.
La suspensión de los DEX, hoy genera otras distorsiones que pueden afectar y mucho a varias empresas, especialmente a las PyMEs que proveen al mercado local.
Cabe destacar que, para acceder al beneficio, las empresas deben congelar sus precios hasta fin de año. ¿Cómo van a competir las que no exportan, cuando las otras puedan salir al mercado con un diferencial de un 9% sobre el precio del mes anterior?
Pareciera ser que se estaría negociando entre Nación y Provincias algún tipo de crédito de tasa subsidiada para los tamberos. Ojalá las novedades y su puesta en práctica, lleguen antes de que las vaquitas se tengan que ir.