Los avances tecnológicos vinculados a la alimentación y ordeñe de las vacas mejoraron todos los rendimientos esperados. Un establecimiento cordobés utiliza collares con sensores de movimiento para el control de los animales.

La producción primaria de leche es el eslabón fundacional de la cadena de integración comercial del Grupo Mharnes, un tambo ubicado en la zona rural de Villa María. Esta empresa es un ejemplo en la aplicación de las actividades que vinculan a la Economía del Conocimiento con la producción primaria.
El establecimiento que lleva adelante por la familia Giraudo incorporó procesos de innovación y tecnificación que le permitieron optimizar los cuatro ejes principales de su esquema de trabajo: bienestar animal en los procesos, el aumento de la producción de forraje por hectárea, la eficiencia en la producción de leche por vaca y el cuidado del ambiente con el tratamiento de efluentes.
Resultados
Los avances tecnológicos vinculados a la alimentación y ordeñe de las vacas mejoraron todos los rendimientos esperados. Actualmente, el establecimiento tiene un rodeo cercano a las 400 vacas y una producción diaria de 12 mil litros de leche. El objetivo es alcanzar los 30 mil litros diarios, incrementando el número de animales en ordeñe y también pasar de 400 hectáreas a 800 en lo que respecta a la producción de forraje.
Los ministros Pablo De Chiara (Ciencia y Tecnología) y Sergio Busso (Agricultura y Ganadería), visitaron las instalaciones para interiorizarse sobre los procesos que implementan.
“Forman parte de la lechería que necesitamos en nuestra provincia y el país, se trata de mano de obra e inversión local que fortalece el progreso no sólo de su establecimiento sino de toda la región”, destacó Sergio Busso.
A su turno, De Chiara dijo: “es un claro ejemplo de la Economía del Conocimiento vinculada a la producción primaria. Destacamos el esfuerzo de esta familia en conectar la cuestión productiva con la tecnología, reforzando su competitividad dentro del sector lácteo”.
La tecnología
Dentro de los desarrollos que la empresa aplica en su esquema de trabajo, se cuenta un circuito cerrado para monitorear la producción del maíz con que se alimenta el ganado y una guía que controla los procesos de reproducción.
Además, cada animal tiene su propio “collar”. Se trata de un dispositivo con sensores de movimiento, que permite subir información a la nube en tiempo real. De esta manera se obtiene información referida a la rumia de cada vaca, su estado sanitario y el control del celo, entre otros datos.
Ese procedimiento le permite detectar de manera inmediata si un ejemplar tiene algún inconveniente de salud, por ejemplo, para que sea separada y atendida por los veterinarios con el tratamiento preciso.
Además, se puede identificar cuáles son los animales que están en celo y en fecha de servicio para lograr una inseminación más efectiva. Con este proceso, mejoraron la efectividad en un 65 por ciento, según indicaron los responsables de la firma.
Investigación
Otro proyecto de la familia Giraudo es que la firma sea un epicentro de investigación de todas las instituciones científico-tecnológicas regionales, para lo cual están coordinando con la Universidad de Villa María y la Escuela Superior Integral de Lechería. Se encuentra en proceso de construcción de un edificio de oficinas administrativas que contendrá un espacio de capacitación y articulación.
Compromiso ambiental
Grupo Mharnes se reconoce como un tambo sustentable, modelo en muchos sentidos: apoya a su ciudad, mantiene los estándares de calidad desde su origen y cuida el medio ambiente. En este sentido, cuenta con un sistema de aspersión y ventilación, tratamiento de efluentes y una barrera de árboles hacia la ciudad y la universidad. Su objetivo es el bienestar animal y mantener buenos vínculos con la sociedad.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas

Más Leídos

Destacados

Sumate a

Mundo

Seguinos

Suscribite a nuestro newsletter