Es noticia que algo nuevo suceda, técnicamente sí, pero una noticia no siempre es novedosa. La intervención de SanCor por parte de la justicia es lo más nuevo en una historia que viene siendo tan previsible como lo será el día que tengamos que contar que la histórica Cooperativa sea liquidada por la justicia, un destino que parece inevitable.
Las razones de la designación de un coadministrador judicial son las que venimos contando desde hace mucho tiempo. Principalmente, la falta de colaboración por parte de las autoridades en brindar la información de la actualidad de la empresa. No se entregó en tiempo y forma información clave sobre contratos en ejecución, vínculos con otras firmas, funcionamiento de plantas, niveles de producción, comercialización y stock.
A esto se suma que no se están pagando los salarios como corresponde, tampoco se liquidó el aguinaldo, y tal vez el peor dato de todos, esto sucede con un pasivo aumentando post concurso de manera alarmante.
Otra de las consideraciones que tuvo en cuenta el juez es la situación de los ex presidentes José Pablo Gastaldi y Alberto Eduardo Sánchez, ambos fueron procesados en una causa que tramita ante el Juzgado Federal de Rafaela, en la que se investiga la presunta apropiación indebida de aportes al Sistema Único de la Seguridad Social, en su carácter de agentes de retención.
Estas disposiciones judiciales no hacen más que correr el velo del relato instalado hace años. SanCor no es rentable, no tiene un plan, la conducción solo ha insistido en hacer lo mismo que la llevó a la ruina y su destino es, lamentablemente, irreversible.
¿Cuáles serán las excusas ahora? ¿Qué dirán los relatores oficiales u oficialistas? ¿Será culpa del gobierno de Miley, del exceso de producción, del costo argentino, del gremio? O alguna vez alguien reconocerá que se tomaron malas decisiones y solo se trató de ocultarlas, negarlas y no corregirlas a tiempo.
Damián Morais
