La novela de SanCor parece no tener fin. Con su producción totalmente frenada hace un mes y medio, lo que lo llevó a cerrar una de sus plantas, la cooperativa busca opciones para salir de la crisis.
La caída del fideicomiso hace apenas dos semanas abrió nuevas esperanzas para rescatar a SanCor. Desde la empresa aseguran que el directorio mantiene charlas con entidades privadas para generar alianzas estratégicas y aprovechar el gran potencial de sus reconocidas marcas.
Las opciones pueden ser muchas, “desde sociedades independientes en cada planta, dividir las unidades de productos – es decir por marca- con un socio diferente en cada una de ellas o armar un nuevo fideicomiso de cero”, reconocieron fuentes cercanas a la láctea.
Las opciones que maneja SanCor
Desde la cooperativa reconocieron que hay acercamientos, hace meses, con empresas privadas que buscan un salvataje. Las salida, según explican desde el sector, son: desde crear nuevas sociedades a través de sus plantas o marcas, hasta volver a desarrollar un fideicomiso financiero de cero.
De hecho, en las últimas semanas, según fuentes del mercado, una empresa de capitales extranjeros se habría interesado en la láctea. Pero, las deudas habrían espantado a los posibles socios, contó un jugador clave en este acercamiento.
“Hubo un acercamiento con una empresa de capitales extranjeros, pero que al ver el balance se desestimó. Realmente conseguir un socio en este contexto de deuda, no será una tarea sencilla”, reconoció una fuente que fue un jugador clave en el fideicomiso que se cayó hace poco menos de 15 días.
En este contexto, “la opción que toma más relevancia es la de crear alianzas, joint-ventures y trabajos a fasón”, dijeron fuentes de SanCor.
De esta forma, una alternativa son crear sociedades independientes en cada una de las plantas productoras. La cooperativa láctea posee seis fábricas industriales en las provincias de Córdoba y Santa Fe. En estas produce desde crema hasta leche larga vida e infantiles.
SanCor ya había avanzado en esta línea en junio de este año con su fábrica de quesos en San Guillermo, Santa Fe, -recientemente cerrada-.
En aquel momento la cooperativa cerró un convenio comercial con Aristeo SA, para que esta última le proveyera materia prima de la zona. “Esta opción, es una vía que hoy se maneja desde la empresa. Se pueden formar sociedades independientes por cada unidad de negocios, como en el caso de leches infantiles o quesos”, dijeron fuentes de la industria.
Actualmente, con su producción prácticamente paralizada y solo reducida a leche en polvo, la cooperativa tiene cinco plantas en funcionamiento: Devoto, en donde fabrica crema, manteca y queso untable; Sunchales, abocada al dulce de leche y leches larga vida, chocolatadas e infantiles; Gálvez, encargada de madurar y procesar quesos; La Carlota, dedicada a los quesos duros y de rallar y, por último; Balnearia, que produce quesos semiduros.
Otra de las posibilidades que se manejan desde SanCor es buscar socios estratégicos interesados en las marcas históricas. Actualmente la cooperativa tiene seis unidades de negocios: cremas, dulce de leche, leches, fórmulas infantiles, mantecas y quesos. Esta última la más importante ya que concentra la mayor cantidad de productos y marcas de la cooperativa.
Los directivos de SanCor estudian la posibilidad de buscar socios estratégicos para cada una de sus marcas entre las que se destacan: Mendicrim y Tholem (entre los quesos untables), Quesabores (quesos en hebras) y SanCor bebé en la categoría de fórmulas infantiles.
Por otro lado, fuentes cercanas a la empresa sostuvieron que de armarse un nuevo fideicomiso no sería con los mismos jugadores que proponían hace dos años inyectar u$s 60 millones.
En esa oportunidad Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond; y José Urtubey, hermano del ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y accionista de Celulosa Argentina, pretendían hacerse cargo de la administración de SanCor, con el apoyo del Gobierno y Atilra, el sindicato lácteo, pero finalmente se hicieron a un costado.
“De armarse un nuevo fideicomiso es necesario una inyección de u$s 200 millones para volver a poner a SanCor de pie”, dijo una fuente allegada al fideicomiso que se cayó hace poco más de dos semanas.
“Luego de varios años de negociaciones y trabajo, la alternativa de solución posible que veníamos desarrollando -en referencia al fideicomiso financiero- para establecer un futuro más seguro para la cooperativa, no alcanzó sus objetivos”, comunicó SanCor oficialmente. Según argumentaron, esto se debió, fundamentalmente, al tiempo transcurrido y al conjunto de dificultades e impedimentos planteados entre las partes involucradas en el proceso.
“El objetivo, ahora, es explorar alternativas con otros interesados en participar en la operatoria industrial y comercial. Nadie se va a ninguna otra parte, ni deja de cumplir sus funciones”, expresaron desde la cooperativa.
Las dificultades que atraviesa
Si bien para el sindicato lácteo la empresa está al borde de la quiebra, desde la cooperativa sostienen que sus números, hasta octubre, eran superavitarios y podían mantenerse con su caja diaria. “SanCor no se puede vender porque es una cooperativa pero se pueden hacer alianzas con privados. Es una marca muy atractiva”, describieron fuentes cercanas a la láctea.
Hoy, cinco de las seis plantas que están en funcionamiento trabajan a un tercio de su capacidad: procesan entre 500.000 y 700.000 litros diarios, según la disponibilidad estacional de la materia prima. El volumen representa apenas el 10% de los 4 millones de litros diarios que, en sus mejores épocas, la láctea llegó a elaborar.
En los últimos días trascendió que la cooperativa tiene una deuda que asciende a más de u$s 379 millones, entre sus números rojos impositivos y sus deuda financieras, por ejemplo, la ayuda del Estado que recibió.
“El 60% de la deuda es en pesos y esto hizo que se licuara un 25% su valor en dólares, en los últimos tres años. Realmente no lo vemos como una traba para que se acerquen privados a la cooperativa”, describieron fuentes cercanas de SanCor.
SanCor llegó a procesar más de 3 millones de litros diarios pero luego, en medio de una crisis y posterior reestructuración, perdió relevancia. De 14 plantas industriales que tuvo se quedó con seis. En tanto, en la actualidad está procesando unos 500.000 a 550.000 litros diarios.
El Conflicto sindical
El pasado 14 de octubre, previo a las elecciones generales, un conflicto sindical complicó los planes de salvataje de Sancor y sus seis plantas, generando falta de productos en las góndolas.
Los trabajadores agrupados en el sindicato lácteo (Atilra) iniciaron medidas de fuerza denunciando que la compañía “no cumple, hace años, con las disposiciones salariales y los aportes y contribuciones a su cargo”.
Los parates en las plantas de SanCor no son una novedad. En el último año ya enfrentó tres medidas gremiales similares que afectaron de lleno la producción.
“Presentamos una propuesta para regularizar los pagos de los salarios. Sin embargo el gremio la rechazó”, contó una fuente cercana a la cooperativa.
Según hizo saber SanCor la propuesta busca comenzar a recuperar la pauta salarial “a razón del 5% por mes, a partir del pago de los sueldos correspondientes al mes de diciembre de 2023”.
“A su vez, el pago de los salarios será efectuado durante cada mes en tres etapas: la primera el cuarto día hábil, la segunda el día 15 y luego finalmente se cancela el día 22 de cada mes”, resaltaron. Además, desde la láctea dejaron en claro que este forma de pago comenzará a aplicarse con el abono de los sueldos de diciembre es decir, los pagos a efectuarse durante enero 2024.
Según informaron desde el gremio, la propuesta fue rechazada, por lo que los trabajadores realizan, hace un mes y medio, asambleas informativas con paradas técnicas de seis horas todos los días.
Con respecto al pago del aguinaldo, que se debe abonar en diciembre, SanCor le ofreció a Atilra desdoblarlo en dos cuotas abonando el 50% en enero y el porcentaje restante en febrero.
“El plan del sindicato atenta contra la libertad de la cooperativa y también de los mismos empleados que manifiestan su voluntad de trabajar. A tal punto llega la desmesura de las acciones emprendidas, que SanCor se vio forzada a desechar 100.000 litros de leche, de derivar materia prima hacia otros destinos industriales, de desabastecer el mercado y, como hecho reciente destacado, de cerrar definitivamente la actividad en la planta ubicada en San Guillermo, por las medidas de fuerza implementadas por Atilra”, apuntó un comunicado difundido por SanCor.