Es difícil explicar una noticia que se interpreta de una forma pero en realidad es de otra. Se habla de la creación de un fideicomiso, pero para crea uno hacen falta fondos, que hoy no están, por lo tanto sin dinero no hay fideicomiso.

Entonces, qué de firmó. Se firmó un preacuerdo constituyente de un fideicomiso. En criollo, un papel que dice cómo funcionaría ese fideicomiso en caso de conformarse, en caso que aparezca el dinero. 60 millones de dólares no son fáciles de conseguir en este contexto.

Es importante, claro que lo es, porque entre otras cosas revela qué rol tendrá cada una de las partes en caso de concretarse, pero de aquí a que suceda, falta que mucha agua corra bajo el puente.

Porque además del dinero falta lo más importante, que SanCor esté de acuerdo, o sea, que una asamblea de socios acepte la integración de ese fideicomiso y aporte su parte, plantas, en Centro de Distribución y marcas entre otras cosas.

En caso de prosperar esta idea lo que se plantea es un cambio drástico en la conducción de la empresa, que sería dirigida por por un directorio de 7 miembros, uno representante de la Cooperativa, uno de Atilra y cinco por los inversores, que recordamos son José Urtubey (Celulosa Argentina), Marcelo Figueiras (Laboratorio Richmond), Gustavo Scaglione (La Capital de Rosario y Canal 3, entre otros medios), el abogado Leandro Salvatierra y Jorge Estevez, experto en el sector lácteo.

El fideicomiso está pensado por un período de 15 años, en los primeros cinco años la cooperativa se llevaría el 100% de las utilidades netas generadas. Luego, entre el sexto, séptimo y octavo año pasaría a quedarse con el 50% y del noveno año en adelante con el equivalente al 20%.

Cartas sobre la mesa señores, ahora a jugar.