Ayer trascendió en los medios provinciales que Santa Fe lidera el mercado nacional de las exportaciones de productos lácteos. Esto se debe principalmente al crecimiento en un 70% de los despachos de leche entera en polvo, con un volumen de 42.9 toneladas, y un valor de 129 millones de dólares.
Pero además de la leche en polvo, “el queso azul representó la totalidad de las exportaciones de ese producto que ofrece Argentina al mundo; el mozzarella, el 90%; pasta blanda, 80% y pasta dura, poco más de la mitad, representando un valor de US$ 179,3 millones en total”, según detalló el gobierno provincial.
“El liderazgo de Santa Fe se manifiesta en el 40 % del total de la leche en polvo exportada, lo que representa un poco más del 50 % de los dólares ingresados al país por este concepto. También se destaca el dulce de leche, producto con una creciente demanda de comunidades argentinas y latinas existentes en el mundo, y también por los sectores gastronómicos y de postres helados”, precisó el gobierno.
La cuenca lechera santafesina -donde se concentran empresas de renombre como SanCor, Verónica, La Paulina, Ilolay, Milkaut, Tremblay y Tregar, entre otras más pequeñas como Aurora y Ramolac- es uno de los motores económicos de la provincia. Sin embargo, la situación económica de muchas de ellas es cuanto menos, preocupante.
Urgente24 dialogó con un empresario representante de una de las empresas lácteas santafesinas, quien explicó el panorama que viven actualmente la industria y los productores.
“La leche en Argentina se produce en tres provincias: Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Hay zonas, como en provincia de Córdoba y Buenos Aires, donde la leche se procesa en muchas pymes. Para que te des una idea, en Argentina hay como 800 plantas, de las cuales solo 20 aproximadamente industrializan el 70% de la producción, y el 30% restante lo industrializan las otras pymes. El 90% de las exportaciones las hacen las empresas grandes que están concentradas en Santa Fe y Córdoba una parte, en Buenos Aires solo Mastellone. Hay empresas que son 100% exportadoras, como en el caso de Sibila que hace solamente leche en polvo, o Corlasa; y hay empresas que dependiendo del contexto, vuelcan su producción al mercado interno o a la exportación”.
Respecto a la situación económica, el empresario consultado expresó: “El sector hoy está complicado. En la industria láctea hay dos grandes jugadores: el productor, que produce la leche; y el industrial, que la procesa. Hoy el agregado de valor que generan esos dos eslabones es negativo. Es decir, el precio que se le está pagando al productor en general no le alcanza para producir, sobre todo por los últimos incrementos de costos que tuvieron los productos alimentarios, los combustibles, y la mano de obra. El precio de la leche no se incrementó en la misma proporción en la que se incrementaron los costos. En el caso de la industria pasa similar, en promedio lo que hoy se le paga al productor no le alcanza para cubrir sus costos, es decir, lo que podría pagarle al productor es menos de lo que realmente le esta pagando”.
“En promedio la cadena de producción hoy por hoy está desagregando valor, ninguno de los dos eslabones está cubriendo sus costos. Obviamente que hay empresas que están más o menos, otras bien y otras mal. En la producción, el que está bien es el que tiene más escala y puede prorratear mejor sus costos porque tiene mayor eficiencia, entonces todavía el precio actual le cierra. Hay otras empresas que por otro lado, están quebrando”, continúo explicando el empresario.
“En la industria, el más perjudicado es el que está abocado al mercado interno. Desde el principio del año pasado el gobierno congeló los precios, y si bien autorizó aumentos, fueron muy inferiores a los incrementos de costos que tuvieron las empresas. La inflación real fue muy por encima de la inflación de los precios lácteos, con lo cual ese desfasaje hizo que la rentabilidad desapareciera sobre todo en lo que es el mercado interno”.
Sobre el liderazgo de Santa Fe en las exportaciones, detalló: “Lo que pasó fue que en el 2020 se produjo un 9% mas de leche que el año anterior, entonces eso permitió que ese excedente se coloque afuera sin inundar de leche el mercado interno, que hubiese sido peor. El que está 100% abocado a eso (refiriéndose a la exportación) hoy por hoy está en una situación mejor, pero así y todo, sufren las retenciones del 9% en la leche en polvo y el tipo de cambio, que se tiene que corregir porque está atrasado”.
“El incremento de exportación que se dio es porque actualmente mejor vender la leche en el mercado externo que en el interno, tampoco es que haya una diferencia sideral, pero dentro de lo malo, es lo menos malo posible. Si no, la ecuación no cierra”, finalizó el empresario.
Al parecer, y debido a la crisis que vive el país, para la industria láctea actualmente exportar es de todo menos “una maldición”, como dijo la diputada nacional Fernanda Vallejos.