El apagón ocurrido esta semana orilló a los medianos y grandes establos productores de leche a subir sus costos de producción, pues al faltar el suministro de energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), recurrieron al uso de plantas generadoras que funcionan a base de diésel.
José Carreón Ramos, integrante del Consejo Consultivo de la Leche en la entidad, comentó que en los ranchos más grandes de la cuenca lechera no han tenido pérdidas monetarias por los cortes de electricidad, pero éstos sí les han afectado con el incremento en los costos de producción por el uso de combustibles para generar su propia energía.
Explicó que debido a la interrupción de la corriente fue necesario poner en funcionamiento las plantas eléctricas, que consumen diésel, para bombear de los pozos el agua que beben las vacas y echar a andar los equipos automatizados de ordeña.
Señaló que los días más críticos para los establos fueron el domingo, lunes y martes, justo después de que nevara y se presentaran temperaturas congelantes en la región, porque fue cuando falló el servicio proporcionado por la Comisión Federal de Electricidad.
Carreón Ramos expuso que para los productores de leche es más caro comprar combustibles que pagar la tarifa eléctrica a la CFE, cuyo suministro no se ha vuelto a cortar en los últimos tres días.