El sector agropecuario enfrenta una crisis energética, dijo el presidente de Aganaco. “La gente está abandonando el campo, las fincas apenas se mantienen”. Hay una merma en la producción porque no hay inversión en mejoramiento genético.
Ganaderos están dejando atrás e mejoramiento genético por el alto costo. Foto: María Virginia Corona

“Si el campo no produce, la ciudad no come”. Esta es la premisa de los productores agropecuarios de la zona Sur del Lago, quienes alertan sobre una merma del cuarenta porcientoen la producción de leche y carne de la región que abastece al occidente y centro del país.

Daniel Ariza, presidente de la Asociación de Ganaderos del municipio Colón (AGANACO), dijo a El Pitazo que “el sector agropecuario enfrenta una crisis energética, padecemos por falta prolongada de energía eléctrica, y además combustible: gasolina y gasoil”.

“Los productores agropecuarios pasamos más tiempo buscando cómo abastecer los vehículos de trabajo, que el tiempo que le dedicamos al campo”, dijo Ariza.

Producción en descenso
El vocero de los ganaderos de Colón explicó que la situación energética, ha conllevado a que la producción de carne y leche disminuya.

“Hay una merma en la producción porque no hay inversión en mejoramiento genético. Son pocos los productores que siguen invirtiendo en genética. Incluso la inseminación artificial, que es la práctica más básica, se está eliminando. Más de la mitad de los productores que inseminábamos, hemos dejado de hacerlo, por los costos”.

Descuidar el mejoramiento genético, implica que irá desmejorando la calidad del rebaño y por ende habrá mucho menos producción de leche y carne.

“La ganadería especializada, mejorada genéticamente, se está dejando atrás porque no hay como invertir”, dijo Ariza.

El presidente de Aganaco, señaló que la falla del combustible para las plantas industriales está ocasionando un atraso en el sector agroproductivo del país. “Hemos retrocedido hasta principios del siglo pasado cuando se hacía un ordeño diario”.

Con la llegada de las industrias lácteas se creó la cultura de dos ordeños por día y esto incrementó la producción lechera un treinta porciento.

Hoy la crisis de mano de obra, sumada a la crisis energética ha hecho que el cuarenta porciento de los productores del Sur del Lago regresen a la práctica de un ordeño diario, lo que implica una merma del cuarenta porciento en la producción lechera de la región.

Industrias golpeadas

Otra arista del problema es que las industrias lácteas también sufren los embates de la crisis eléctrica y al no tener combustible suficiente para operar, no reciben la leche al productor que tiene que ingeniárselas para no perderla.

Por otro lado, los mayoristas de productos lácteos prácticamente han desaparecido. Por ejemplo, “en Caracas ya no bajan los 5 mil kilos de queso que antes compraban. Ahora compran doscientos o trescientos kilos, para poder asegurar la cadena de frió ante la inestabilidad del servicio eléctrico”, explicó Ariza a El Pitazo.

El caso de la carne es un poco más controlable en el sentido de que se puede detener la matanza. De hecho, “los carniceros ya no compran las diez o quince reses que anteriormente compraban. Ahora comprar dos, previendo fallas en el servicio eléctrico, pero la carne para el consumidor escasea y sube de precio”, explicó.

Estimular la producción

“No podemos seguir con este sistema que no estimula la producción, porque vamos al caos. Estamos produciendo menos litros de leche y menos kilos de carne cada día, la gente está abandonando el campo, las fincas apenas se mantienen” alertó Daniel Ariza, presidente de Aganaco.

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