Cuidar la cadena de frío para preservar la calidad de la leche es una de las mayores preocupaciones de la industria lechera, que adapta sus procesos de producción a los cortes de energía programados y no programados. Si la situación energética del país continúa sin mejorar y además se aplica el “apagón industrial” de diez horas diarias, por quince días, el sector estima que se podrían perder 3 millones de litros de leche al día.
Así lo advirtió Juan Pablo Grijalva, gerente general de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO), en su participación en la Asamblea Anual de Ganaderos, que se realizó este lunes, 7 de octubre, en Quito.
“Es muy complicado todo lo que viene y todo lo que estamos viviendo. El racionamiento (de energía) en el campo es grave, en la leche es gravísimo, porque la leche tiene que ser enfriada una hora máximo después de ser ordeñada. Y si no hay energía es un problema, porque no se puede enfriar y esa leche seguramente se perderá”, describió Grijalva.
Ecuador produce aproximadamente 5,5 millones de litros de leche al día, de los cuales aproximadamente 3 millones de litros van al sector formal. Hay alrededor de 300.000 unidades productivas lecheras, según datos compartidos por el gerente de esa asociación.
Para evitar pérdidas más fuertes, una de las alternativas que están aplicando los productores de leche es retardar o adelantar el horario de ordeño de las vacas, considerando las horas de los apagones. Sin embargo, esta tarea no es sencilla porque significa modificar las rutinas de los animales.
“Todo eso implica una baja de productividad”, afirmó Grijalva e indicó que la producción ha bajado entre el 20 y el 25 %, aproximadamente, por la crisis energética.
Comentó que el problema que enfrenta el país pone a prueba a los productores, que buscan las maneras de adaptarse, ya que no todos pueden autoabastecerse de energía. En estas condiciones, dijo, se debe “trabajar en una sinergia muy fuerte con el Gobierno”.
Grijalva se sumó a las preocupaciones de otros gremios empresariales sobre la sugerencia del Operador Nacional de Electricidad (Cenace) de reducir el consumo “de hasta el 100 % para el sector industrial en el periodo de 08:00 a 18:00, todos los días, por un periodo de al menos quince días hasta recuperar las reservas energéticas de la central Mazar”.
“Es una situación compleja. Diez horas (de apagones), no hay fábrica en el Ecuador, de ningún tipo de producto, que pueda resistir. Peor cuando es de alimentos. Yo creo que ahí viene el diálogo (con el Gobierno) para ver qué se prioriza. Acá lo único que nos va a hacer salir de esta crisis es dialogar, porque los hechos están ahí: no hay electricidad. Esa es la realidad. Y tenemos que ver cómo ajustarnos y hacer que alcance para todos y que no haya mayores problemas, sobre todo en el empleo”, reflexionó el empresario.
Los efectos que se sienten en el presente angustian. Grijalva contó que en las tiendas de abarrotes, en los barrios, los propietarios no quieren comprar productos perecibles por temor a que se estropeen debido a los apagones. “Es toda una cadena. Realmente esto es serio y grave”, lamentó.
La industria lechera genera alrededor de un millón y medio de empleos directos e indirectos. La producción ganadera abarca cerca del 10 % del producto interno bruto (PIB) agropecuario.
Desayuno escolar
La entrega de los productos que consumen los estudiantes que se benefician con el desayuno escolar también se podría complicar por los cortes de energía.
Juan Pablo Grijalva explicó que si las plantas productoras no pueden trabajar el tiempo completo “definitivamente no se va a poder cumplir con los plazos que el Ministerio de Educación pone”. Por ello, insistió en que es necesario entablar diálogos con el Gobierno. (I)
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