Entre 15 productos alimenticios autorizados a importar por el gobierno nacional con el objetivo de reducir la inflación seis son más baratos en la Argentina que en Brasil (en nueve, en tanto, el mercado local es más caro) y en 14 los precios argentinos son más bajos que en Uruguay. Los datos derivan de un estudio realizado por Coninagro en función de un relevamiento web, teniendo en cuenta que haya disponibilidad en los tres países analizados y que sean de interés para el campo.
La entidad agropecuaria, además, estableció diferentes niveles de riesgo de la apertura de importaciones en función de la diferencia de precio que presentan los productos. Con respecto a Brasil, en el escalón más alto (más de 10% la brecha) ubicó arroz, poroto negro, naranja, leche, aceite de oliva y azúcar; mientras que en el de medio (la Argentina es entre 10% más barata y 10% más cara) están pollo entero, carré de cerdo, bife de cuadril y yerba mate, mientras que sin riesgo (a nivel local cuestan 10% menos o más) figuran aceite de girasol, papa, manzana, arvejas y mozzarella.
Las importaciones de los productos alimenticios seleccionados por el Gobierno representan alrededor de US$1000 millones anuales: bananas y café se quedan casi con la mitad del total (48,5%); la carne porcina representa 6,9%; los productos lácteos 5,2% (principalmente quesos), las frutas en conserva, 4,8% y las hortalizas en conserva, 4,4%.
Para los tres países se utilizó el tipo de cambio oficial del lunes pasado. En el caso de Argentina se agrega el 17,5% del impuesto PAIS y se compararon los mismos productos en los tres supermercados que más volumen manejan en cada localización.
Con la lupa sobre cada producto se registra que el aceite de girasol es 49% más barato a nivel local que en Brasil y cuesta 41% menos que en Uruguay; el kilo de papas cuesta 48% y 60% menos en comparación con Brasil y Uruguay, respectivamente; el de manzanas, 40% y 43% menos, respectivamente; la arveja en lata 27% y 32% abajo y el kilo de mozarella, 21% y 38% menos.
También es más barata en la Argentina la yerba de 500 gramos: 5% menos en Brasil y 36% menos en Uruguay. En cambio, el arroz es 57% más caro que en Brasil y 29% más que en Uruguay. El bife de cuadril cuesta 3% más que en Brasil y 39% menos que del lado uruguayo; el kilo de carré de cerdo sale 5% más que el brasileño y 52% menos que el uruguayo; el pollo entero, 7% más y 53% menos, respectivamente.
El kilo de azúcar está 12% más caro que en Brasil y 33% más barato que en Uruguay; el aceite de oliva vale un 17% menos en el mercado brasileño y 6% más el uruguayo; el litro de leche entera, 18% más en el mercado local que en Brasil y 33% menos que en Uruguay; en el caso de la naranja la diferencia es de 33% menos y 26% más respectivamente. El poroto negro se vende a 41% menos en Brasil y a 47% más en Uruguay.
Ayer, en la Jornada Integral del Agro y la Papa realizada en Otamendi, desde Coninagro indicaron: “El productor no fija el precio de la papa, no especula con su producto, porque es 80% agua y es perecedero, el precio lo pone la oferta y la demanda; la diferencia que paga el consumidor sobre el precio que recibe el productor es producto de una distorsión en la cadena de logística, distribución y comercialización”.
Mario Raiteri, secretario de la entidad, subrayó que “de ninguna manera es necesario importar papa, la zona sudeste de Buenos Aires está en condiciones de satisfacer la demanda de todos los mercados frescos del país”.
En el caso del cerdo, el Centro de Información de Actividades Porcinas (Ciap) enfatizó que las importaciones “no solo” afectará a los productores argentinos, “desde hace tiempo golpeados por los distintos acontecimientos que se han sucedido: guerra y aumento de los granos, devaluación y aumento de insumos en dólares, disminución de las ventas y consecuente caída del precio pagado en pie”, sino que “profundizará la situación distorsionando el mercado interno, ya atestado de carne ante la pérdida del poder adquisitivo y la recesión”.