Desde el Área de Economía de Coninagro se elabora mensualmente este indicador, que busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo a una herramienta visual de análisis. Sin embargo creemos que una herramienta de esta naturaleza no debe esquivar la realidad compleja que la mayoría de las Economías Regionales expresan.
“El desafío se presenta en combinar lo simple de un semáforo, con lo complejo de la realidad”, señala la licenciada Silvina Campos Carlés, asesora de Coninagro.
¿Qué hay detrás de cada color del semáforo?
Para categorizar la actividad desde el Área se analizan tres aspectos:
– La microeconomía: se analizan los costos de producción y el precio pagado al productor, su evolución respecto del mes anterior y si los márgenes brutos permiten el crecimiento de la actividad o no.
-La producción: se analiza si la superficie a sembrar o aquella implantada (perennes), o el rodeo a través de su stock crece o no respecto de la campaña anterior, así como los volúmenes de producción en toneladas.
– El mercado: se analiza el crecimiento o reducción de las exportaciones y las importaciones, así como del consumo interno. La combinación de estas variables nos ayuda a identificar la fase que caracteriza mejor a las producciones, acompañando la estadística con las perspectivas de nuestras federaciones y cooperativas en todo el país.