Desde hace 27 años, el negocio se encuentra en manos de Carlos Enrique Cavalier, quien es hijo de uno de los fundadores. Además, para celebrar sus seis décadas se convertirán en la primera empresa de leche que empezará a utilizar camiones eléctricos en Medellín.
La compañía de lácteos está cumpliendo seis décadas. Cortesía Alquería

Hace 60 años, en 1959, el médico y salubrista Jorge Cavelier Jiménez y su hijo, Enrique Cavelier Gaviria, quien llegó a la Alcaldía de Cajicá, fundaron la compañía Alquería, en Rionegro, Antioquia. Es una de las empresas más grandes de lácteos en Colombia. Bajo el lema: “una botella de leche, una botella de salud”, la compañía, que luego se trasladó a la sabana de Bogotá, le apostó a la leche procesada y pasteurizada en una época en la que las familias colombianas estaban acostumbradas al consumo del producto crudo. Otras empresas que estaban en la misma sintonía era El Pomar, recordado por la distribución de leche en botellas de vidrio, o Colanta, que lidera el mercado.

Alquería es una empresa familiar que ha pasado de generación en generación. Desde hace 27 años, el negocio se encuentra en manos de Carlos Enrique Cavalier, hijo de Enrique Cavelier. Hoy es una empresa que no sólo produce lácteos sino también arequipe, suero costeño y jugos. El reto es ser una empresa que incluya productos con soya, leche de almendras y, alimentos funcionales y modernos. Esto como un intento de adaptación a las nuevas generaciones y consumidores que no consumen proteína animal y que se preocupan por un estilo de vida más saludable.

Carlos es sociólogo y antropólogo de la Universidad de Vermont, Estados Unidos. También tuvo una carrera política. En 1990 fue elegido representante a la Cámara por el Nuevo Liberalismo, partido del que hizo parte por invitación de Luis Carlos Galán Sarmiento. En 1991 llegó al Ministerio de Justicia. Sin embargo, tras la fuga de Escobar en 1992, asumió las riendas de Alquería.

Al llegar al negocio familiar, Carlos aprovechó sus estudios para aplicarlos en la compañía. También introdujo la tecnología, nuevos productos y pensó en las necesidades del consumidor. La compañía crecía. El empresario cuenta que al asumir la dirección de la empresa vendía seis millones de dólares, ahora vende casi 300 millones.

Sin embargo, el crecimiento trajo consigo muchas deudas y crisis. En 2000, se tuvieron que acoger a la Ley 550, conocida como la ley de quiebras. Tras lograr salir de la crisis, en 2008 Alquería recibió el Premio Ave Fénix, que otorga la Universidad del Rosario a las empresas que han logrado recuperaciones exitosas.

En 2008, Carlos también se metió a comprar leche al histórico territorio de las Farc: los Llanos del Yarí, en Caquetá. En 2015 contrató a dos excombatientes en Alquería. Le apuesta a la educación, pues es otro de los proyectos de responsabilidad social que tiene la compañía. Para 2030 espera conformar un clúster con 40 municipios de Cundinamarca en el que la prioridad sea la educación.

Seis décadas después, están trabajando en temas de sostenibilidad, pues quieren disminuir la huella ecológica que generan y esperan que para 2030 sea una empresa que no tenga huella de carbono, mediante la reducción de plástico y el uso de agua en las plantas. Además, para celebrar sus 60 años, de acuerdo con Carlos, se convertirán en la primera empresa de leche que empezará a utilizar camiones eléctricos en Medellín.

En la séptima edición del ranking Brand Footprint, realizado por Kantar, que incluye las marcas de productos de consumo masivo preferidas por los colombianos, Alquería ocupo el segundo lugar. Las otras marcas de la lista son Colanta, Coca-Cola, Arroz Diana y Colgate.

En cuanto al top 5 de marcas de lácteos preferidas por los colombianos, Kantar encontró que Colanta sigue liderando el listado por cuarto año consecutivo. Sin embargo, Alquería ocupa el segundo lugar, con 86 % de hogares que compran la marca al menos una vez al año. En la lista siguen Alpina, Colechera y Parmalat. Por su parte, Bogotá sí prefiere a la marca creada por los Cavalier.

Javier Ardila, gerente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), reconoció que Alquería es una marca que ha estado trabajando de la mano de los productores de leche de la Sabana de Bogotá y de los Valles de Ubaté y Chiquinquirá. “Esperamos que siga manteniéndose como una de las empresas pujantes en la compra de leche al productor. Y que en momentos de crisis las empresas procesadoras también tengan un componente social entendiendo que los productores de leche somos parte esencial de la razón de ser de una empresa como Alquería”.

Por el momento no tienen planes de expansión. El objetivo es crecer en Colombia. Sus ventas son del alrededor un $1 billón al año. Trabajan con más de 13.000 pequeños y medianos ganaderos, ocho plantas procesadoras, 100.000 tenderos y seis mil colaboradores.

Carlos, quien ahora se desempeña como “coordinador de sueños”, como lo bautizó la marca, le gusta creer que sus antecesores se sienten orgullosos de lo que él ha logrado. Espera seguir creciendo y desarrollando productos para seguir siendo lideres a nivel nacional. Y no descarta que alguno de sus descendientes se involucre en el negocio familiar.

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