¿Cómo la iniciativa en 1959 de 22 hombres de campo de Pozoblanco se ha convertido hoy en la sexta cooperativaagroalimentaria de España por facturación y un motor económico para Los Pedroches?
La respuesta es la extraordinaria historia de Covap que cumple mañana 60 años, convertido en un gigante agroalimentario con datos que impresionan. Son cifras cuya importancia ya resumió en 2005 magistralmente el presidente de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno (creada por esta cooperativa), Santiago Muñoz Machado (desde diciembre también dirige la Real Academia Española [RAE]). Aseguró que Covap ha sido «el motor de una revolución económica y social que ha elevado el nivel de vida de miles de familias, generando una riqueza insospechada en una zona agrícola y ganadera donde ha sido siempre preciso arrancar el beneficio a la tierra con gran esfuerzo». ABC repasa los hitos que han hecho de Córdoba una historia única de éxito.
El nacimiento (1959)
El embrión de Covap es un poco anterior a su constitución oficial en 1959. Lo explicaron los profesores de la UCO José Antonio Gómez Limón, Juan Vicente Fruet y Amalia Hidalgo en un análisis de Covap hecho para una publicación de Cajamar, de 2013. Se preguntaron cómo este gigante «surgió en una comarca con importantes déficits naturales: en precipitaciones o escasa fertilidad de sus tierras».
Su primer latido se oyó mediados los cincuenta, en medio de unafuerte sequía. Ésta causó, explicaban Gómez Limón, Fruet e Hidalgo, una drástica merma de los pastos «poniendo al límite una vez más la supervivencia de la producción ganadera de la comarca. Paliar eso pasaba por adquirir alimentos en zonas menos afectadas por la sequía». Y, sigue este artículo, una decena de ganaderos de Pozoblanco decidieron comprar en común una partida de cereales, «lo que se demostró útil para evitar intermediarios y abaratar el precio». Decidieron, con éxito igualmente, vender juntos corderos, buscando el mayor valor de comercialización.
Se gestaba la Cooperativa Ganadera de Pozoblanco, que vio la luz el 7 de enero de 1959 cuando 22 socios firmaron sus estatutos. Estaban comandados por Ricardo Delgado Vizcaíno, un joven abogado que decidió hacerse cargo de las explotaciones agrícola-ganaderas de su familia. Fue un líder enorme que llevó las riendas de esta sociedad desde sus inicios, cuando compraba y distribuía pienso y abonos o concentraba la oferta en busca del mejor precio, hasta 1994 (ejercicio de su fallecimiento).
Una cooperativa distinta (1959/1966)
En mayo de 1959 (cinco meses después de su constitución), los promotores le cambiaron el nombre por el de «Cooperativa Agroganadera del Valle de los Pedroches». No fue estético. Estos profesores de la UCO destacaban que, cuando sólo se creaban «cooperativas de pueblo», de inmediato los «padres» de Covap «invitaron a todos los ganaderos y alcaldes de la comarca» a unirse al proyecto.
Y es que los fundadores aspiraban a algo grande. Para ello, necesitaban más tamaño, con el que aumentar la producción, contener los costes y tener poder en las negociaciones buscando el beneficio para los socios, lo que ha sido una constante a lo largo de su historia. La cooperativa se fue extendiendo a territorios limítrofes: el Guadiato, la Serena (Badajoz) y la Alcudia (Ciudad Real), bastiones donde hoy sigue concentrando a sus socios.
El actual presidente de Covap, Ricardo Delgado Vizcaíno (hijo de quien fue primer máximo responsable), ha apuntado en reflexiones anteriores como una de las claves del progreso que tuvo Covap que quienes la trajeron el mundo tuvieron claro que no podían ser sólo hombres de campo, sino que debían convertirse en «industriales, y debían transformar y comercializar nuestras producciones [lo que genera valor añadido que se queda en el territorio] y buscar dimensión». Dicha dimensión se ganó rápidamente. A finales de 1959, había 70 socios y en 1965 eran 370. En 1966, abre su primera fábrica de piensos.
El boom de la leche (1966/1974)
En la mitad de la década de los sesenta, arranca una etapa de desarrollo descomunal, en el que hubo un factor de crecimiento vital. Lo explica Bartolomé Valle Buenestado, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la UCO -trabaja, con otros autores, en un libro sobre Covap, encargado por su Fundación-. «La entrada en el vacuno de leche, del que había un pequeño núcleo, catapultó a la cooperativa», señala a ABC. «Ni existía la cabaña ni el medio era el mejor [para desarrollar el vacuno de leche]…, pero fue un claro ejemplo de cómo el ser humano puede forzar a la naturaleza y hacer algo que, en principio, era lo más desaconsejable. Como empresa humana, permitió la supervivencia de la comarca», reflexiona.
Y es que, aunque en Los Pedroches el vacuno de leche no era abundante, había excedentes de este producto. La cooperativa empezó gestiones para comercializarlos. Desde 1966, se vendió a Colecor. Como el producto se estropeaba con el calor, Covap creó un centro de recogida con un sistema de enfriamiento para mantener su calidad e importó ejemplares desde Alemania o Canadá para mejorar la genética. Daba pasos para crear una industria láctea propia.
Otro hito llegó en 1974: empezó a vender leche pausterizada con la marca propia. El boom fue tal que de los 370 socios de 1965 pasó a 3.000 en 1972. La expansión del sector lácteo en la comarca se convirtió en una ubre que la nutrió de desarrollo económico.
Primer matadero de ibérico (1986)
Asentadas las industrias de alimentación animal y láctea, que hoy es su principal actividad, en 1986 puso en marcha el primer matadero para el cerdo ibérico y la elaboración de derivados. Covap completaba así sus tres pilares actuales.
Los noventa serán tiempo de diversificación: nuevas actividades como los cebaderos de ovino y vacuno o el nacimiento de su Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno, de carácter cultural. Y fue un periodo marcado por la muerte en 1994 de Delgado Vizcaíno. Tomás Aránguez, vicepresidente hasta entonces, le sucedió como presidente.
2000 / 2010: una década de inversión
Y la palabra de la década de los 2000 para Covap será «inversiones». En 2002 inaugura una innovadora industria láctea, en 2005 crea un nuevo matadero y en 2007 abre una fábrica de piensos. No en vano, en el ciclo 2000-2008 acometió proyectos por valor de alrededor de 160 millones. La reinversión de los beneficios ha sido parte del secreto del éxito de este gigante agroalimentario.
La pasada década dejó también otros hitos: desde 2000, apostó por la exportación; Ricardo Delgado Vizcaíno (hijo) sustituyó en 2008 a Tomás Aránguez como presidente; y en 2007 la importantísima alianza sellada con Mercadona empezó a arrojar operaciones de calado para abastecer de leche a esta gran cadena de supermercados por distintos puntos de España. Covap e Iparlat crearon Lactiber, que compró una planta láctea en León.
Hoy: gigante que factura 441 millones
En esa línea de atender el acuerdo con Mercadona, en 2016 creó Làctia, con la cooperativa Lleters, para abastecer también en Cataluña, donde compró una fábrica en Vidreres (Gerona). Y en mayo de 2018 adquirió otra planta: la de Leche Celta en Meria (Lugo), para dar igualmente cobertura a supermercados de Mercadona.
Son proyectos de calado ya habituales para este gigante agroalimentario. Sus cifras de 2017, último año del que se han facilitado datos, son de vértigo. Tuvo 441 millones en ventas -el 48% vino del sector lácteo-, y 13,7 de beneficios. Además, concluyó el año con 708 trabajadores tras acumular los últimos cuatro años incremento de la plantilla, que estaba en 566. Cuenta con 4.500 socios (productores) activos.