Dilema 1 ¿Hay que negociar con el gobierno? Sí.
Dilema 2 ¿Se puede creer en las promesas? Dudas
Existen sentimientos encontrados entre los empresarios lecheros argentinos y las autoridades nacionales, sienten que algo se quebró, y ese algo implica dinero, algo que escasea en el sector y en todo el país.
La innumerable serie de reuniones que viene teniendo la cadena con autoridades nacionales de diversos ministerios parecía que podía tener un final feliz. El mes pasado le habían prometido a las empresas autorizar aumentos a los lácteos de 5% para febrero y otro igual para marzo, pero la semana pasada, al mismo momento que se denunciaba a industrias de desabastecer el mercado se anuló el permiso para el mes de febrero y quedó en suspenso el de marzo.
Y ahora empiezan las consecuencias.
El viernes La Serenísima comenzó a notificar a sus tamberos que no modifica los precios para la leche entregada este mes, aunque aseguran que sostendrán las bonificaciones que tenga el aumento de los sólidos, lo que hará que el litro de leche muestre una pequeña mejora.
Seguramente no será la única, en la misma situación se encuentran las empresas que abastecen el mercado interno, y saben que van a correr en desventaja con las que tienen un perfil más exportador.
Devolución del IVA a exportadores lácteos
A las trabas impuestas por la AFIP el 8 de Febrero pasado, la deuda que acumula este organismo con las empresas (y que sigue sin resolverse y los funcionarios miran hacia otro lado) ya posee 9 ceros. Si los beneficiarios pudieran colocarle una tasa de interés a esta deuda que el Estado posee con ellos, los intereses que están pagando en sus prestamos serían muy inferiores a los que sufren hoy.
Hay una mezcla de malestar y desilusión entre los empresarios, estaban convencidos de que las reuniones, charlas, números analizados, habían dado resultado, pero no, se regreso a un pantano.