Primero, los seres humanos “compartimos el planeta con 1.500 millones de vacas. Eso significa una vaca por cada cinco de nosotros”.
Segundo, “1 de cada 10 personas en el mundo (800 millones de personas) dependen de las vacas para su sustento”.
Tercero, “India tiene la mayor concentración de ganado del mundo. También es el mayor productor y consumidor de leche”.
Cuarto: “Brasil tiene el rebaño de ganado comercial más grande del mundo, con más de 200 millones de vacas”.
Quinto: “Las vacas son las mejores recicladoras, lo que significa que pueden digerir materiales vegetales no comestibles y otros desechos y transformarlos en los alimentos que necesitamos: carne y leche nutritivas”.
En el blog de igual nombre (World Without Cows), al que pertenece la cuenta de X citada, se destaca el rol de las vacas como recicladoras de la naturaleza, entendiendo que son animales capaces de “transforman los residuos en el alimento que necesitamos”, además de lo cual y por eso mismo, “las vacas desempeñan un papel vital en la seguridad nutricional mundial”.
Es que las vacas poseen un “sistema digestivo único y poderoso, con cuatro estómagos”, por lo cual “pueden comer cosas que los humanos no pueden y transformarlas en el alimento que necesitamos: carne y leche, ricos en nutrientes”.
“Un análisis mundial ha estimado que solo alrededor del 5% de los recursos alimenticios consumidos por las vacas y otros rumiantes pueden ser consumidos directamente por los humanos. El otro 95% se desperdiciaría en un mundo sin vacas”, afirma el blog.
Es que las vacas siempre han comido pasto y materiales similares no comestibles para los humanos, pero también pueden consumir subproductos del procesamiento de alimentos humanos, todos elementos “demasiado fibrosos para la dieta humana”, pero de “gran impacto nutricional para las vacas, que los reciclan en leche y carne para nosotros”.
Algunos de los subproductos alimenticios que comen las vacas son:
- Subproductos de cultivos como tallos de maíz, cáscaras de almendras, paja de trigo y cáscaras de arroz que quedan después de la cosecha
- Subproductos de la elaboración y destilación, como granos de cerveza ricos en proteínas, granos de destilería y pellets de brotes de malta
- Subproductos de la producción de alimentos, como la pulpa de remolacha del procesamiento de azúcar, la pulpa de cítricos del procesamiento de jugos y la harina de pescado y plumas del procesamiento de pescado y aves de corral
- Subproductos de la extracción de la producción de aceites de semilla de algodón, soja, canola y girasol
- Recortes de verduras o frutas deformes que no llegan a las góndolas de los supermercados
“¿Sabías que las vacas también consumen desechos de comestibles (productos de panadería excedentes o caducados como pan, cereales y pasta), desechos vegetales y subproductos animales como harina de pescado y harina de plumas?”, se pregunta el autor del artículo.
La Dra. Sara Place, profesora asociada y especialista en sistemas de engorde en la Universidad Estatal de Colorado expresó: “El uso de alimentos derivados de subproductos, como la semilla de algodón y la pulpa de cítricos, en las dietas de los rumiantes permite que estos puedan desempeñar un papel en la mejora de la circularidad de los sistemas alimentarios al cerrar los ciclos de nutrientes y energía de la alimentación humana, los biocombustibles y la producción de fibra”; las afirmaciones de la Dra. Place se publicaron en la revista Grass and Forage Science.
Brian Sundberg, cofundador de Progressive Dairy Solutions, una firma consultora de nutrición y gestión lechera con sede en Estados Unidos y que opera a nivel mundial aseguró que “las vacas son las mejores recicladoras”.
Continuó Sundberg: “En Estados Unidos, las vacas lecheras consumen desechos de producción de alimentos humanos por un total de aproximadamente 125.000 toneladas de subproductos por día, lo que equivale a 5.000 camiones. Las vacas lecheras a menudo consumen hasta el 50% de su ingesta de alimento en forma de subproductos. Esos subproductos son convertidos por la vaca en grasa y proteína de alta calidad para el consumo humano”.
Por otra parte, las vacas pueden pastorear en tierras no aptas o de baja calidad para la agricultura: “Cuando las vacas pastan donde los pastos crecen naturalmente, están reciclando, convirtiendo las cosas que no podemos comer en alimentos nutritivos que necesitamos, al mismo tiempo que hacen un buen uso de la tierra que no puede producir alimentos para el consumo humano directo”.
El Dr. Vaughn Holder, director global de investigación de carne de res de Alltech, una compañía global de salud y nutrición animal, aseguró: “Las vacas son una parte muy importante de nuestro panorama de seguridad alimentaria”.
Además, enfatizó que el reciclaje de las vacas es increíblemente beneficioso para el medio ambiente. Al consumir subproductos del procesamiento de alimentos humanos, las vacas evitan que estos materiales vayan a los vertederos, reduciendo los residuos y contribuyendo a una economía circular.
“Si tomáramos los subproductos con los que se alimenta a estas vacas lecheras y los sometiéramos a un proceso de compostaje, la huella de carbono de esos materiales aumentaría aproximadamente cinco veces más de lo que sería si pasaran por una vaca lechera”, aseguró el Dr. Holder; y si los tiráramos en un vertedero, “la huella de carbono de esos subproductos sería 50 veces mayor de lo que serían si pasaran por una vaca lechera”.
Por lo tanto, “es realmente importante que cuando proponemos hacer cambios en nuestros sistemas alimentarios comprendamos algunos de estos posibles efectos colaterales de las decisiones que tomamos y reconozcamos el papel que estas vacas están desempeñando para evitar que estos gases de efecto invernadero vayan al medio ambiente”.
DATO CURIOSO COMO IMPORTANTE.
Las vacas reciclan elementos que los humanos no usamos como alimento, sin embargo, “los alimentos que las personas podemos comer, como el maíz, pueden tener un mayor impacto positivo cuando se utilizan para la alimentación animal”.
“Un estudio publicado en Ciencia Animal Traslacional – Academia de Oxford descubrió que 770 libras (unos 350 kilos) de maíz podrían proporcionar la proteína necesaria para tres niños durante un año. Pero, si esos mismos kilos de maíz alimentan a las vacas, pueden convertirse en suficiente carne de res para satisfacer las necesidades de proteínas de 17 niños.
Acceda al estudio sobre estimación de la eficiencia de conversión de proteínas comestibles humanas, la contribución neta de proteínas y la producción de metano entérico a partir de la producción de carne de vacuno en Estados Unidos.
En base a artículo de Un Mundo Sin Vacas