La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ha iniciado dos procedimientos sancionatorios en contra de empresas agroindustriales tras constatar que operaban sus sistemas de manejo de residuos de forma diferente a la que se aprobó en sus Resoluciones de Calificación Ambiental, lo cual se configura como un cargo grave en cada caso.

El primer caso es contra Lechería y Quesería Matthei, donde se imputa un cargo grave debido a las insuficiencias en su sistema de tratamiento y disposición de residuos líquidos. Además, se constataron faltas en la implementación de estanque de acumulación, y la inejecución de riego mediante un sistema de aspersión, tal como se aprobó en su permiso ambiental.

Este hallazgo se constató en fiscalizaciones que llevaron a cabo funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y de la Dirección General de Aguas (DGA), encomendados por la Superintendencia, como parte de la Red Nacional de Fiscalización Ambiental (RENFA).

El jefe de la Oficina Regional del Biobío, Juan Pablo Granzow, explicó que “el informe de fiscalización se establece que el riego que actualmente utiliza la empresa puede implicar un riesgo de contaminación por nitrógeno a fuentes de aguas subterráneas y, por consiguiente, a los cursos de agua superficiales cercanos al proyecto, como el río Laja y Río Claro”.

Agrícola Mollendo y el tratamiento del compost

El segundo caso se relaciona con una infracción grave de Agrícola Mollendo, en su plantel de engorda de ganado bovino de carne para exportación, ubicado en Los Ángeles.

Este considera el alojamiento de 5.000 vacunos de raza wagyu y la construcción de 10 pabellones. Para ello contempla la utilización de los desechos generados donde se mantiene a los animales para su disposición al suelo. Dichos residuos serían compostados en invierno, en lugares habilitados para tales efectos; y durante los meses estivales serían aplicados al suelo.

La fiscalización de este caso se realizó el año 2021 por funcionarios del SAG, encomendados por esta Superintendencia. Allí, se constató el hallazgo de un manejo deficiente de biocompost, que no alcanza la frecuencia indicada en la evaluación ambiental, debido al mal estado de los techos.

En ambos casos el incumplimiento se ha calificado preliminarmente como grave. Al respecto, el Superintendente del Medio Ambiente (S), Emanuel Ibarra, sostuvo que “la gravedad de ambos está en que el tratamiento de residuos opera en forma distinta a lo aprobado en la evaluación ambiental”.

Cabe destacar que una infracción grave puede finalizar con una multa de hasta 5.000 Unidades Tributarias Anuales, equivalentes a casi $3.500 millones, según la Ley Orgánica de la SMA.