En entrevista a Unión Radio, Figueroa destacó que pese a los grandes esfuerzos que hacen diariamente productores de lácteos y sus derivados, la producción nacional sigue siendo afectada por marcas que vienen de «todas partes del mundo». «Tienen condiciones mucho más ventajosas y eso se suma a que estamos en un mercado restringido con el bolívar pulverizado. Es una dura pelea que tenemos con los productos importados», lamentó.
Durante varios meses, la industria se ha mantenido con 15 % y 20 % de producción. «Ha sido complicado aumentar el volumen de producción porque no se consigue combustible, el tema de la seguridad es agobiante, el covid que nos ataca que reduce operaciones, etc, por eso no hay leche en el país».
«Venezuela produce 5 millones de litros diarios de leche y solo el 10% es el que aprovecha la industria y ese es el producto que llega a la calle».
En sus palabras, la solución para solventar esta crisis, es que el campo venezolano produzca más leche, pero no es tan fácil porque esto se traduce en resolver temas macroeconómicos. «Si tuviéramos más productos, la gente no los puede comprar por el tema del bolívar».
Asimismo, denunció la venta ilegal de 2 marcas de leche provenientes de Egipto y Colombia, que no tienen los documentos de sanidad requeridos para su distribución. «Nos referimos a las importaciones de productos que vienen de todas partes del mundo sin permisos sanitarios, pagar aranceles, sin ningún tipo de restricción, que atentan gravemente contra la producción nacional».
«Una es la Nido que viene de Egipto. Entiendo que las investigaciones han avanzado. Creo que hasta este momento que estamos hablando se ha detenido un poco la distribución. La otra es una leche en polvo llamada Deco Lechera, que está llegando por la frontera con Colombia. En este caso, entendemos que la empresa colombiana hizo la denuncia a sus autoridades».