Esto se integraría a distintos puntos limpios, impulsando la recolección domiciliaria gratuita y desarrollando opciones concretas de reutilización, facilitando una economía circular y contribuir a evitar que toneladas de este material lleguen a rellenos sanitarios.
Soprole creó el programa Sonrisa Circular, que busca proponer una solución integral al tratamiento de residuos que genera la industria láctea a través de tres líneas de acción. Estas son implementar puntos limpios para reunir potes de yoghurt y postres, posibilitar su valorización, entregar nuevas alternativas de reciclaje para los envases de leche y fomentar la economía circular utilizando el plástico reunido como insumo para fabricar las tradicionales bandejas que sirven a diario para el transporte de productos desde sus plantas hacia los puntos de venta.
Sebastián Tagle, gerente general de Soprole, explica que se trata de un proyecto amplio y colaborativo, debido a que la empresa convocó a diferentes expertos para apoyarlos en esta iniciativa. “El escenario de reciclaje en Chile hasta ahora no es muy alentador, se genera un volumen de residuos relevante del cual sólo el 1% se recicla. Por eso, como compañía entendemos más que nunca la necesidad de actuar. Durante años buscamos diferentes soluciones para reciclar nuestros envases, pero hoy entendemos que sólo a partir de un esfuerzo colaborativo es posible ser agentes de cambio. Esa es nuestra forma de hacernos cargo: buscar la ayuda de expertos, para articular y avanzar en una propuesta real y sostenible”, señala.
Puntos limpios Soprole
Junto a TriCiclos y Revalora, Soprole abrió más de 30 puntos limpios para potes de yoghurt y postres, y sigue trabajando para poder habilitar otros nuevos. Como se trata de un proyecto de sustentabilidad, estos puntos limpios estarán recibiendo potes de yogurt y postres de cualquier marca de la Industria.
Luego, con apoyo de Revalora, transformará el material reunido para elaborar bloques de ecomadera plástica. “Nos entusiasma ser parte de un programa integral, pionero en el sector y liderado por una empresa como Soprole. A partir del plástico de los potes de yoghurt y postres reunido en los puntos limpios, podremos elaborar mobiliario urbano para instalar en plazas públicas en distintos barrios, apoyando a las comunidades que más lo necesiten”, señala Fernando Maurin, Presidente Fundación Revalora Chile.
Además de impulsar el reciclaje de envases de yoghurt y postres en puntos limpios, Soprole Sonrisa Circular contempla el retiro gratuito de material a domicilio en la Región Metropolitana. Gracias a la gestión de Recológico, las personas podrán acopiar residuos en sus casas y solicitar su recolección a través del Whatsapp o el sitio web de la organización. “De esta manera, podemos contribuir en forma más consistente al cuidado del medio ambiente, siendo pioneros en materia de reciclaje, acercando a las personas al reciclaje y asumiendo el desafío de disminuir los residuos que genera la industria de la que formamos parte. Recológico es una empresa familiar admirable, que ha generado un modelo que le permite hoy retirar en forma gratuita residuos en más de 70 mil hogares de la RM”, comenta Tagle.
Reutilización de envases de leche
En Chile, hoy hay más de 370 puntos limpios para envases de leche, pero no existen plantas de reciclaje suficientes para recibir todas las que se reciben, con lo que no es posible procesar todo el volumen que se recolecta. Por eso, la compañía también quiso que el reciclaje y la recuperación de cajas de leche fueran parte de Soprole Sonrisa Circular.
“Estamos trabajando para que todos nuestros envases sean reciclables. De hecho, en 2022 llegaremos a que el 91% del volumen de nuestro material de envases sea reciclable. Sin embargo, también comprendemos que es necesario fomentar la reciclabilidad, sobre todo en el caso de las cajas de leche. Por eso, generamos una alianza con TECHO que nos permitirá reciclar este material para fabricar planchas ecológicas de revestimiento y aportar a la construcción de nuevas viviendas de emergencia” explica Sebastián Tagle.
“Estamos muy contentos de formar parte de esta iniciativa, que tiene un doble objetivo: cuidar el medio ambiente y lograr un importante beneficio social. Las placas hechas de envases de leche destacan por sus propiedades de aislación térmica y acústica, por lo que permitirán mejorar las condiciones habitacionales de las familias, además de otorgarles un sello ecológico”, concluye Ricardo Honorato, experto en economía circular de Tetra Pak.