En abril de 2021 hablábamos de las especulaciones que había en el mercado por el crecimiento que estaban teniendo las importaciones de alimentos chinas. En ese momento, todos miraban a una posible invasión del gigante asiático a Taiwán, parecía ser el único conflicto posible en el horizonte. Quizás los chinos ya sabían algo de lo que estaba por venir.
Quedó claro que la invasión de Rusia a Ucrania no estaba en los papeles de ningún líder de occidente. Pero, al parecer, hoy todos están especulando con que el conflicto puede extenderse en el tiempo e incluso ampliarse.
eDairyNews estuvo presente en la Conferencia Anual del American Dairy Products Institute y el American Butter Institute (ADPI/ABI 2022) en Chicago, y ahí pudimos interiorizarnos en la actual coyuntura del mercado lácteo mundial.
En EEUU hay un giro productivo muy importante hacia los quesos, lo que está provocando una merma en el volumen de leche en polvo local. En buena parte, esto se produce por la gran inversión que DFA ha realizado junto a Glambia en Indiana. Esta nueva y moderna plata, totalmente robotizada, demanda mucha leche, por lo que se han debilitado las cadenas de leche en polvo y suero de mantequilla.
El mercado local norteamericano tiene hoy un déficit cercano al 1% de leche, frente a una fuerte demanda. El mayor problema que observan los farmers es el del recambio generacional. Ante este problema, desde DFA están propiciando la inversión de sus socios productores para lograr acercar a los jóvenes al campo con la incorporación de tecnología de punta.
La demanda sigue y seguirá firme los próximos meses, aún con las bajas en las compras chinas por su particular encierro Covid. Hoy el mayor problema que China impone al mundo es el del gran atasco logístico. Se calcula que los inconvenientes pueden durar hasta fin de año.
Mientras tanto, y en silencio, Norteamérica trata de propiciar el acopio de alimentos, los tambores de guerra siguen sonando.
Damián Morais