Los precios de la leche, productos lácteos y huevos crecieron un 4% en mayo, alcanzando un aumento del 95.7% en el período enero-mayo y un impactante 308.1% interanual, con variaciones regionales de entre 275,1% y 333,2%. Esto indica que los precios de los lácteos subieron más que la inflación general y el tipo de cambio. La dispersión en los precios perjudica tanto al consumidor final como al productor primario.
Por otra parte, en los últimos días del sexto mes del 2024 se registraron remarcaciones en los precios de los lácteos y de la carne, que explican el 70% de la inflación mensual de los alimentos y evidencian la caída del consumo.
Leonardo Guercio, uno de los pocos productores tamberos que quedan en Mendoza, se refirió a la realidad que atraviesa al sector. «Por suerte, en nuestro caso nosotros mismos hacemos la producción primaria y vendemos los productos de forma directa desde el tambo al público en general. No nos influyen los factores como el flete y los intermediarios. De todos modos, el precio de la leche sube porque aumenta el precio de los alimentos para los animales y los servicios. Para el tambero el precio de la leche está pisado, lo que se le paga por litro al productor no tiene un punto de equilibrio con respecto a los demás agentes que conforman la cadena de valor», sostuvo Leonardo Guercio ante los micrófonos de FM Vos 94.5.
Luego, y en ese mismo sentido, expuso la diferencia de los precios de los productos cuando no existen intermediarios para la venta. «Nosotros estamos vendiendo de forma directa al público a 750 pesos el litro de leche pasteurizada, mientras que las fábricas o empresas no le pagan al tambero más de 400 pesos por litro. Los diferentes eslabones de la cadena de valor van subiendo el precio por el camino. Uno de los principales problemas que tienen todos los productos son los fletes», remarcó.
Por otra parte, explicó cuántos animales son necesarios tener en un tambo para que el negocio mínimamente sea rentable. «En Mendoza tenemos cerca de 60 animales en cada tambo. Estamos hablando de un total de 160. Ahora a los animales le estamos dando nuestro propio cultivo hidropónico, alimento balanceado y alfalfa. Una buena alimentación en las vacas es fundamental para que produzcan leche de buena calidad. Uno tiene que buscar la manera de abaratar los costos, pero sosteniendo la producción», indicó Guercio.
«Lamentablemente, en las provincias de Córdoba y Santa Fe cada vez hay menos tambos. Muchos cierran, no les dan los números. Un productor con 400 pesos no compra nada. ¿Cuántos litros de leche debe vender para reponer un tractor que se rompe?», se preguntó el tambero mendocino.
A su vez, contó que muchos tambos funcionan bajo la modalidad de contrato asociativo. «A veces, un grupo familiar se hace cargo del tambo y se les paga el 10 % de lo que se produce. Esta modalidad rige desde hace varios años en Argentina. En el tambo se trabaja todos los días. Una vaca da como promedio unos 22 litros de leche diario», estimó el productor.
Finalmente, habló acerca de las perspectivas que tiene el sector en cuanto al futuro inmediato. «Como dije al principio de la nota, nuestro caso es particular porque le vendemos la leche desde al tambo de forma directa al público. Entonces, como la diferencia de los precios de los productos a comparación de los de las góndolas de los supermercados es amplia, vendemos más. En ese sentido, vamos a apostar a comprar más animales, pero esta no es la única realidad de los tambos del país. Un cremoso que cuesta 5 mil pesos el kilo, un supermercado lo vende a 8 mil pesos. La gente no puede pagar valores tan altos. No es que no quieran consumir, no pueden», concluyó.
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