La iniciativa es impulsada por un grupo de productores de la localidad de Crespo. Aseguran que llegan con un precio que es 30% menor al de las góndolas.

Un grupo de productores de la localidad de Crespo, encabezados por el tambero Fabio Schneider presentaron un reclamo ante el gobierno provincial y varios legisladores de la provincia, para que acompañen con una resolución transitoria la posibilidad de vender leche fluida a un valor inferior al del mercado.

El reclamo, se produce luego de haber iniciado el proceso de comercialización y su interrupción repentina, ya que varios segmentos de la cadena salieron a manifestar que la venta a pie de tranquera está prohibida, representa una infracción al código alimentario y sortea las normas de sanidad y seguridad que brindan los organismos de control y la industria.

“Les molestó que salgamos a vender el litro de leche a 45 pesos. Vieron la gran afluencia de gente de los pueblos cercanos que van a comprar a los tambos y dejan expuesta la miseria”, remarcó Schneider agregando que enseguida salieron a prohibir la venta directa alegando que la operatividad está fuera del marco legal.

Por ahora, el tema pasó a manos de la Mesa Gremial Lechera de Entre Ríos, un organismo conformado por las cuatro entidades del sector agropecuario, que ha decidido elevar una nota a las autoridades del ministerio de la Producción para que se revierta el freno.

Al mismo tiempo, el pedido se ha profundizado por la mayoría de tambos adheridos al Sistema de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea), que en la provincia de Entre Ríos son casi la totalidad de los existentes y cumplen con todas las normativas de sanidad, así como también, el registro de libre de brucelosis y tuberculosis bovina.

“Saben que nuestra leche es apta para el consumo humano y con solo hervirla es suficiente. Sin embargo, este escollo legal nos está impidiendo vender más barato o a un 30 % menos que el valor que tiene la intermediación y la industria”.

Según Schneider, la ecuación fijada por ellos, forma parte de una porción del precio histórico de los costos, el cual traducido –hoy- a dinero da 45 pesos el litro para estar por la línea de flotación.

“Sirve para pagar los gastos y obtener un pequeño rédito. Caso contrario, cada día más nos estamos hundiendo, ya que el valor de la industria por litro está centrado en 28 pesos”.

Sin pasteurizar

Esta semana, los productores de la región salieron a criticar el código alimentario, atribuyendo que el mismo ha sido creado para ser funcional a la industria, en detrimento de los productores y consumidores.

También remarcaron que las exigencias de calidad cada vez son mayores, pero con la misma retribución de siempre. “Nos piden 4 puntos de grasa, 3.80 de proteína, recuentos de células somáticas bajas, sanidad total y nada de todo esto se refleja en el pago. No existen laboratorios de referencia, ni una cámara arbitral para recurrir o discutir las diferencias”, enfatizó Fabio Schneider remarcando que los industriales están callados porque ven que le estamos rompiendo el negocio y no les conviene quedar expuestos.

“Su preocupación más reciente fue la firma de convenios por los precios cuidados o máximos, con el dinero de los productores y consumidores, sin un diálogo sincero o equilibrado a las soluciones”, enfatizó el tambero. (Fuente: AGROCLAVE)

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