Luego de aumentar un 150% la cantidad de leche producida en su tambo, Grupo Chiavassa apunta a duplicar las vacas ordeñadas para 2024, cuando cumpla su primer centenario de vida. El primer paso de este plan será la construcción de un sistema de tratamiento de efluentes que le permite obtener fertilizantes para cubrir las 1.700 hectáreas que trabaja en el oeste santafesino.
Con esta iniciativa se logrará separar la parte sólida del estiércol de la líquida, y a través de cavas aeróbicas y anaeróbicas re utilizar parte del efluente para fertilizar los campos, donde se producen los forrajes y cereales que comen las vacas. Solo en maquinaria, esta tecnología demanda una inversión por u$s 150.000.
“Ya compramos todo el equipamiento y vamos a ir a Córdoba a ver una obra construida con este sistema. La idea es empezar con la obra civil entre enero y febrero del año próximo”, contó a Punto biz Cristian Chiavassa, director de la empresa, quien recientemente recibió una distinción como Mejor Productor Lechero en el marco de los premios La Nación – Banco Galicia a la excelencia agropecuaria.
El empresario indicó que una vez consolidado este desembolso, la idea es trabajar para llevar el actual tambo de 1.500 a 3.000 vacas, siempre en los terrenos que trabaja la firma en Carlos Pellegrini, donde operan 1.700 hectáreas (950 propias y el resto alquiladas).
“El sector lácteo tiene un gran desafío en adelante y nosotros queremos ser parte de ello, ajustando nuestros sistemas de producción a las últimas tecnologías. En nuestro caso, al confinar vacas, manejar los efluentes es algo que es independiente de la responsabilidad medioambiental, porque uno debe necesariamente aprovechar el efluente de manera estratégica, ya que tiene un alto valor como fertilizante”, analizó.
La empresa produce anualmente poco más de 15 M de litros de leche anuales y tiene como principales clientes a La Serenísima y Grido. En los últimos 7 años se han anotado algunos hitos importantes, como el aumento del 150% de la producción, incrementando solo un 4% la superficie de la tierra utilizada, lo que generó un aumento de la productividad de la tierra del 119%.
Si bien el año pasado habían anunciado la incorporación de un sistema robotizado a su tambo, hoy esa opción está descartada. “Con los precios que tenemos en el país y un costo de mano de obra bajo, se hace difícil el repago de la inversión”, dijo Chiavassa.
