La incorporación de tecnología en proceso que antes demandaban una tarea casi artesanal no para de sorprender incluso en la lechería, un rubro que hace décadas tiene tambos automatizados. Ahora bien, la innovación llega hoy a la etapa de crianza de las terneras que el día de mañana serán ordeñadas.
La novedad en cuestión está en pleno desarrollo y viene de la mano de la inversión que está realizando Grupo Chiavassa, holding de base familiar con operaciones en la localidad de Carlos Pellegrini, en el departamento San Martín. Ya comenzaron a montar un complejo de crianza colectiva de terneros mediante robots para que de allí salgan animales más sanos y que luego den más leche.
“Es un innovador proyecto de crianza de los que hay muy pocos en Argentina”, indicó Cristian Chiavassa, al frente de la compañía, en contacto con Punto biz. “La clave está en incorporar amamantadores robóticos través de los cuales uno puede hacer plasmar diferentes ensayos de alimentación y así evaluar el desarrollo de los terneros con el objetivo de que, después de dos años, puedan ser capaces de dar en algunos casos, por encima de los 1.500 litros más por lactancia por año”, precisó el empresario tambero.
Para plasmar el objetivo Grupo Chiavassa empleó Lactocrecer SA, sociedad que dio inicio al holding y con la que ahora planean incorporar la tecnología para los animales propios, aunque no descartan en el futuro brindar en sus instalaciones servicios de crianza para otros tambos
“El monto total de la inversión es de $30 M y la mitad de ese monto se completaría con un aporte no reembolsable del gobierno nacional”, planteó Chiavassa. De hecho Lactocrecer ya figura entre las firmas beneficiarias del Programa Soluciona destinado a la reactivación de la economía del conocimiento a partir de la entrega de fondos que otorga el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. Precisamente para Carlos Pellegrini se irán $15 M en ANR.
Respecto de la tecnología a implementar, la empresa holandesa encargada de montar los robots hará su primera experiencia en el país con el tambo de los Chiavassa. “Cada robot tiene cuatro estaciones de 30 animales cada una, es decir que se pueden atender 120 animales con diferentes programas de alimentación. Además del montaje de los artefactos, la implementación requiere de obras de base que ya se están haciendo, y de capacitación de los profesionales que tendrán a su cargo el monitoreo de los planes de crianza”, puntualizó el referente tambero.