La lechería vive momentos difíciles y comienza un año lleno de incertidumbre. En los tambos se van comiendo las reservas, se encarecen costos porque en las dietas se reduce el pasto por la sequía y se debe apostar a las raciones y suplementos para evitar más caídas en la producción, pero además, están viendo hipotecadas sus reservas para el otoño.
“Nos vamos comiendo las reservas. A las zonas que les tocó algo de lluvias es posible que logren algún rebrote en cultivos de sorgo o alfalfa, porque las praderas, seguramente hasta el otoño no van a tener rebrotes”, explicó a El País Justino Zavala, directivo de la Agremiación Tamberos de Canelones (ATC).
La situación es más dramática para los tamberos que no pudieron contar ni con una gota de lluvia pese a los pronósticos meteorológicos. El tener que solventar gran parte de la producción con raciones y concentrados hace subir los costos y por más que el precio de leche al productor sea un poco mejor, a la larga se siente en los números de la empresa.
Zavala contó que en su predio tiene un cultivo de sorgo que plantó a fines de noviembre y “no nació nada”. “Se está condicionando las reservas, que generalmente se hace con los cultivos de verano, sea sorgo o maíz”, admitió el dirigente y productor con larga data en la lechería.
Muchos productores están pensando en picar los cultivos de maíz que no recibieron lluvia y por consiguiente tienen menores desarrollos, por más que en su momento hayan pensado destinarlos con destino a grano húmedo.
Producción. Si bien a esta altura del año la producción de leche es menor, la ola de calor y la seca, le están pegando duro a las vacas, que siguen perdiendo litros en los ordeñes. A esta altura del año, los tamberos sacan del tambo (las secan) las vacas que parirán en marzo o abril. Eso hace que haya menos animales en producción.
“El calor está castigando mucho a las vacas por más que tengan sombra y agua. Con la ola de calor no comen y eso hace que caiga la producción”, remarcó el dirigente de la Agremiación Tamberos de Canelones. “El año pasado pintó mejor y se terminó complicando hacia el final. El 2022 viene con mucha incertidumbre. El 2021 fue un año bravo, pero tuvimos unas lluvias en el verano que solucionaron bastante los problemas en los cultivos”, recordó el entrevistado. “Los sorgos y los maíces para silo vinieron muy bien. Se acomodó la situación y luego el invierno fue benigno”. Hoy los productores no pierden la esperanza de que la situación se pueda revertir y los tambos recuperen lo perdido a mediados de mes si el régimen de lluvias mejora.
Fonterra. Por el lado de los precios, en el primer remate anual de la neocelandesa láctea Fonterra, el índice Global para todos los lácteos subió 0,3%, y el precio promedio cerró en US$ 4.247 por tonelada. La leche en polvo entera, el principal producto de exportación de Uruguay quedó en US$ 3.866 por tonelada (quedó igual al valor del último evento de 2021) y la leche en polvo descremada se valorizó 1%, con un precio por tonelada de US$ 3.773.