“La lechería es muy importante sobre todo por la multiplicación que hace del valor, tanto de la materia prima como del trabajo. Los meses finales del 2024 estuvieron complicados por las altas temperaturas, y si bien las relaciones de precios con los granos y otros productos son bastante favorables, se vieron afectados los forrajes que es el alimento más económico que tenemos y del cual dependen los productores de la zona para la alimentación de las vacas”.
“Hubo una caída general, en promedio un 7%, durante el año pasado en la producción de leche; y ahora se está notando un leve repunte que se va a notar, sobre todo, con las pariciones que se están dando ahora: de acá a uno o dos meses vamos a tener los picos de producción de esas primeras lactancias. Creo que va a haber un cambio importante en lo que es la producción individual”.
“Sabemos que desaparecen tambos lamentablemente en Entre Ríos, e incluso últimamente ha bajado el stock de vacas: antes esos animales eran comprados por tambos más grandes, pero actualmente estos han mejorado mucho la crianza y reproducción y se autoabastecen; por lo que la genética de los tambos más chicos no es apreciada”.
“Los tambos que no han tenido tanta espalda para soportar los obstáculos han desaparecido, entre 40 y 50 según una línea estadística, sobre un total de 700 en la provincia. Esto significa una caída bastante mayor a la de años anteriores, pero se pueden ver al mismo tiempo que se están integrando nuevas unidades productivas dentro de empresas más grandes: establecimientos que antes tenían tres o cuatro tambos, hoy tienen dos más. El negocio es muy dispar dependiendo de la eficiencia y de la escala”.
