La Junaeb decidió contratar solo leche líquida, y ya no en polvo, en el Programa de Alimentación Escolar. El tribunal de la libre competencia ordenó oficiar a una serie de organismos pidiendo antecedentes sobre el caso, entre ellos la Fiscalía Nacional Económica, el Ministerio de Salud, la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda (Dipres) y al Ministerio de Educación.

El Tribunal de Defensa de La Libre Competencia (TDLC) abrió ayer una consulta por una supuesta exclusión de empresas de alimentos en un proceso de licitación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) que administra la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb).

El inicio del procedimiento no contencioso surgió a raíz de la petición planteada por las empresas de leche en polvo Foodgroup, Fino Mornasco y MacroFood, las cuales denuncian haber sido excluidas de manera arbitraria por parte de la autoridad. Esto luego que el 8 de octubre Junaeb publicara las bases del proceso donde estableció –a diferencia de lo licitaciones anteriores- que la leche definida para todos los servicios del PAE deberá ser líquida/fluida UHT, dejando fuera a otras productoras.

En su resolución, el tribunal ordenó oficiar a una serie de organismos a fin de que entreguen antecedentes relativos al caso, entre ellos la Fiscalía Nacional Económica, el Ministerio de Salud, la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda (Dipres) y el Ministerio de Educación. Dichas reparticiones tendrán un plazo total de 20 días hábiles para aportar antecedentes.

En el caso que el TDLC estime que la exclusión de la leche en polvo y de los postres en polvo no se ajusta a la ley, y en consecuencia constituye una conducta contraria a la libre competencia, las denunciantes solicitan que haga uso de sus facultades preventivas, correctivas o prohibitivas que le confiere el articulo 18 N°2 y N°3 del DL 211, ordene establecer las condiciones que deben ser incorporadas o modificadas en las actuales Bases de Licitación.

El miércoles 20 de octubre, la Junaeb comunicó a los medios los cambios para el menú que compone el Programa de Alimentación Escolar (PAE) y destacó especialmente la eliminación de la entrega de leche en polvo, argumentando que con ello “busca entregar un mejor contenido proteico y un producto menos procesado en los desayunos de los establecimientos”.

Sin embargo, el 27 de octubre -cuando la Junaeb publicó en el portal de Mercado Público las respuestas a las 2.375 preguntas formuladas por proveedores e interesados en el proceso de licitación, de las cuales las 163 preguntas buscaban conocer las razones técnicas y económicas que justificaban la exclusión de la leche en polvo y de los postres en polvo de la licitación-, el organismo se limitó a negar la entrega de respuestas a esas consultas, señalando mediante diversas formas evasivas que las preguntas no eran atingentes al proceso licitatorio, acusan las empresas denunciantes, que consideran que aquella fue una omisión arbitraria e ilegal que confirmó la exclusión total de las leches en polvo y de los productos en base a leche en polvo del proceso licitatorio a contar de 2022.

El 9 de noviembre tres empresas de alimentos presentaron una demanda (Rol 256-2021) ante el Tribunal de Contratación Pública por la exclusión arbitraria de la leche en polvo en el proceso de licitación. Esto, porque en el proceso que se activó tras la presentación de las bases de licitación, Junaeb no entregó respuestas ni argumentos que explicaran y justificaran por qué tomó la decisión de excluir la leche natural en polvo, siendo este un producto que ha sido exitosamente utilizado hace décadas, que ofrece condiciones nutricionales y organolépticas prácticamente idénticas a la leche UHT y que cumple con todos los estándares establecidos en el Reglamento Sanitario de Alimentos.

Millonarios efectos

La acción de impugnación en contra de la publicación en el portal de Mercado Público de las respuestas a las preguntas de esta Licitación Pública busca dejar sin efecto el acto, “debiendo darse respuesta a dichas preguntas, y, subsanar la arbitrariedad e ilegalidad que significa la exclusión de la leche en polvo. Por un lado se impide arbitrariamente a muchos posibles oferentes de leche participar en la licitación. Al mismo tiempo se pone en riesgo la cadena alimenticia que debe proveer la Junaeb al no dar respuesta a temas de la esencia de la licitación al requerir exclusivamente leche líquida UHT, tales como las exigencias logísticas propias del transporte, almacenamiento y tratamiento de la leche líquida UHT y la incapacidad de encontrar oferta suficiente de leche líquida UHT”.

Además, -según las empresas demandantes- se daña legítimamente el erario público al decidir la compra de un producto substancialmente más caro, sin perjuicio de no existir justificación técnica alguna que lo respalde.

En su demanda, las empresas explicaron que para un universo de 2.100.000 niños beneficiarios de los Programas PAE-PAP, existiría una diferencia de precio a pagar por el Estado entre la leche líquida UHT y la leche en polvo de $35.936 millones, es decir, un monto aproximado de US$44.000.000, “lo que no tiene justificación alguna, particularmente si se tiene en consideración la situación de salud a nivel mundial, y la crisis económica que esta ha generado y las múltiples necesidades que el Fisco tiene que absorber y financiar’.

El mercado de Junaeb

En una reciente presentación en el Congreso, Junaeb detalló el mercado de la leche asociado a sus compras y la clasificó en cinco grupos: leche en polvo con 12% a 18% de materia grasa; yogurt; fórmula láctea saborizada; fórmula láctea con flúor y bebida láctea saborizada. El consumo de la leche en polvo alcanzó en 2017 las 296 toneladas y las principales marcas son FoodGroup, Mornasco, Dafood y Macrofood.

En el caso del yogurt, ese mismo año el consumo llegó a las 10.762 toneladas y los mayores actores son: Calán, Los Alerces, Surlat, Quillayes, Soprole, Colún y Longaví. El tercer grupo está conformado por: Macrofood, Mornasco, Foodgroup y Daff.

Por último entre bebidas lácteas saborizadas el consumo llegó a 43.215 unidades de cajas de 200 cc y los principales competidors son: Soprole, Calán, Damilk, Surlat, Supercalo, Loncoleche, Colún, Daff y Ricafood.

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