Se hizo una reunión del sector en La Rural. En lo que se esperaba fuera un encuentro clave no hubo ni siquiera un café.

Toda la algarabía de la Exporural de Palermo debía contener alguna actividad oficial orientada a la lechería y así fue que este martes se había convocado a los integrantes de la Mesa de Competitividad Lechera.

Si bien ya hubo remates de Holando y el viernes es la jura en pista de la raza con un récord para los últimos años de 72 ejemplares bajo la atenta mirada del canadiense Jamie Black, antes se desarrolló lo que se esperaba que fuera un encuentro clave para las próximas semanas.

En uno de los tantos salones del predio de Palermo, industriales, representantes de productores e incluso de gobiernos provinciales se dieron cita para empezar a detallar de qué podían hablar con el presidente Mauricio Macri. Sin embargo, el encuentro fue una formalidad, casi un detalle social, sin café, sin mate, ni siquiera con un vaso de agua sobre la mesa.

La agenda del día anunciaba el tratamiento de temas vinculados al comercio exterior, para lo cual sólo figuran 19 empresas registradas.

Poco se habló del acuerdo Unión Europea-Mercosur, pero se destacó que el próximo miércoles 7 de agosto se desarrollará en la Secretaría de Agroindustria otra reunión con este foco para poder evacuar mayores dudas en cuanto a aranceles, promociones e incluso competencias de la producción argentina frente a la europea, o del mismo modo ante el resto de los integrantes del Mercado Común del Sur.

Ningún tema fue profundo, todo se mencionó de manera somera, incluso el avance de Santa Fe con su programa de leche especial para madres y niños, desarrollada recientemente, pero de poco alcance territorial.

El final de la agenda mencionaba el “punteo y actualización de la agenda del Presidente”, en alusión al cónclave pendiente con el mandatario. Si bien hace unos días en Santa Fe el propio Director Nacional de Lechería afirmaba que “los temas ya están definidos”, ayer no se dio detalle alguno, lo cual incomodó a quienes debieron llegar especialmente hasta Buenos Aires.

Ya hubo otras citas en las que se empezó a hablar del tema, e incluso en los que se desarrolló la posibilidad de tener a Macri de regreso en la cuenca lechera. Específicamente, ya está pedida la reunión con el Presidente en la sede del INTA Rafaela, tal como lo anticipara en junio Agrofy News, para lo cual ya se piensa una agenda lechera en la zona, a lo que se añadiría la campaña política tradicional con referentes provinciales y de la región.

Pero se demora esta mesa. El recorrido electoralista cumplido al momento, la fecha de las PASO tan inmediatas, hacía confirmar ya la semana pasada que la nueva visita de Macri al corazón de la cuenca lechera se dará más allá del 11 de agosto, aunque se esperaba para el inicio del mes que hoy termina. La política tiene su peso y se mide con la agenda de la Casa Rosada.

La iniciativa de sacar de Capital Federal a esta convocatoria tiene una base en la convicción del propio subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino, de revertir aquel encuentro ocasional del Presidente con Eduardo García Maritano, responsable de lechería de Confederaciones Rurales Argentinas, en un tambo de Venado Tuerto. La oportunidad había servido para remarcar la importancia de poder contar con mercados institucionalizados y las alternativas para ponerlos en marcha.

El contraste de lo que no se hizo, de la oportunidad de cumplir con un sueño que el sector tiene desde aquella recordada “Acta de San Francisco” de 2002, es lo que motiva a este futuro encuentro en el que seguramente se soslaye el tema de la formalización y se eleve lo vigente a través del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería, que tiene el ímpetu de lo necesario, pero aún con un largo camino por recorrer para conformar su concepción inicial.

Cabe recordar una declaración que hiciera la semana anterior Sammartino, a un costado del Canal Vila-Cululú, cuando el Presidente repasara la obra hidráulica que se terminará en febrero. Según el Director Nacional de Lechería, los tamberos que hablaron con Macri además de destacar los avances de lo que evitará inundaciones, le mencionaron lo siguiente:

“Están muy contentos con el precio, entienden que la cadena está más ordenada que antes, entienden que hay un precio de referencia. Le comentaban al Presidente que hoy con el precio del Siglea pueden negociar mejor con la industria, que hoy está ordenado el sector y entienden que el precio puede fluctuar, pero que hay mucha más previsibilidad en ese sentido”.

Sólo para entendidos, para leer entre líneas, el impulso de un precio en recuperación para el productor, que no es por efectos de la política, calma las aguas y da una sensación de ordenamiento que permite hablar de otras cuestiones.

Siempre objetada su gestión por CRA, intenta el funcionario aprovechar el buen clima para ordenar lo que hizo, mostrarle en lo que podría ser el último encuentro con la producción, la industria y las provincias al Presidente las intenciones de seguir adelante.

De darse una continuidad se deberán ajustar las clavijas para que sinceramente la lechería local tenga coherencia y logre lo que sus competidores ya manejan hace décadas y que en Argentina está diagnosticado y planificado hace años.

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