Varios autónomos empiezan a plantearse qué hacer con toda esa leche que la industria ya no recibe debido a la huelga.
El problema no es la recepción, sino que las grandes comercializadoras carecen de envases y lo que es peor, los piquetes sí ponen muchas trabas a la distribución de lácteos y sus derivados.
Y para colmo, las cámaras frigoríficas de algunas industrias están ya a rebosar, por lo que los ganaderos tienen que tirar toda la producción al pozo de purín.
Rafael Amarelle Taibo, de Finca A Cortiña, en O Carrizal, Coristanco, tiró en la tarde de este jueves 12.000 litros de leche debido a la huelga del transporte y la falta de cámaras en las que almacenar tanta materia prima.