La FTIL, según consignó el sitio oficial del PITCNT, apuntó sus reclamos tanto al gobierno como a las cámaras empresariales del sector. Para la Federación existe una gran problemática para crear espacios de negociación donde prime un diálogo “real”. En este sentido, los encuentros entre empresarios, gobierno y sindicatos fueron definidos como formatos vacíos en contenido.
Las condiciones actuales por las que atraviesa el sector de trabajadores lácteos tuvo lugar en una asamblea en la que participaron 800 personas provenientes de distintos puntos del país. Fue así como la coyuntura actual del sector se resumió en “cerrar filas” en defensa de puestos de trabajo y salario.
En diálogo con el portal del PIT-CNT, el dirigente de la FTIL, Enrique Méndez, sostuvo que la idea fue declararse en conflicto, signada por los estados de ánimo que se percibió entre los trabajadores.
“Fue un encuentro de celebración, de lucha, de reafirmar el compromiso unitario en defensa de los puestos de trabajo y del salario, tuvo mucho contenido y también se dieron muchas señales claras que esta construcción del camino es colectivo y es de unidad. El proceso de lucha es con alegría. En este sentido, lo que vivimos en la asamblea fue tremendo y fue una demostración de las y los trabajadores de todos los sectores involucrados en la industria láctea, de estar a la altura de la historia”, remarcó.
La claridad del pronunciamiento, según Méndez, se debe a la viabilidad de las empresas públicas y al marco de libertades amenazadas por la Ley de Urgente Consideración (LUC). “Están en juego el trabajo y el salario” así como la viabilidad de las empresas públicas y las libertades sindicales.
Estar en conflicto
Para la FTIL la política económica del Ejecutivo estableció una política de restricción salarial y golpeó a los sectores más vulnerables de la población. Méndez sostuvo que desde la central sindical es evidente la sintonía entre las cámaras empresariales, el gran capital y la mirada neoliberal.
“Las cámaras del sector hace tiempo que alegan crisis y eso no se sostiene ni un segundo. Todas las cifras oficiales demuestran que no solo la industria láctea no está en crisis sino que por el contrario, sigue creciendo”, desmintió el delegado.
Asimismo, desde la asamblea se estableció que este es un contexto de embate contra el movimiento sindical tanto así que se dejó en claro la decisión de enfrentar “en todos sus términos”, a esta política recesiva en derechos.
La declaración de los asambleístas redunda en el conflicto que se desarrollará en las próximas jornadas de negociación, ya que allí cabría la posibilidad de revertir la pérdida salarial. El plazo es hasta el próximo 11 de octubre.