Tras las intensas precipitaciones que aquejaron a la región desde el domingo, finalmente ayer salió el sol, trayendo algo de alivio a las zonas afectadas, sobre todo en aquellas en las que hubo evacuados y severos anegamientos. No obstante, los sectores productivos seguirán sufriendo las consecuencias de la lluvia del fin de semana, sobre todo en las zonas donde cayeron alrededor de 220 milímetros en muy poco tiempo.
Los tambos son los más perjudicados, ya que por el estado en el que quedan los caminos no logran sacar su producción, o al menos no el total. Los tractores que pueden avanzar entre el lodazal que se forma en los accesos van dejando profundas huellas, y al ir oreándose se endurecen e impiden el paso de otro tipo de vehículos.
Al respecto Elvio Guía, productor agropecuario del Departamento Diamante y vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), confirmó a UNO: “La complicación más grande es el tema de los caminos. Esto sobre todo genera muchos inconvenientes en el día a día en los tambos. Al estar tantos días en el agua y en el barro, se dificulta entrar la pastura para la hacienda”.
Adrián Buffa, propietario de un tambo situado en la exruta N° 131, a unos 12 kilómetros de Rosario del Tala, una de las localidades más afectadas por las inclemencias del tiempo el fin de semana, contó a UNO: “En mi tambo llovió 208 milímetros. Tenemos un tacho de 6.000 litros de leche para sacar, pero estamos sacando de a 2.000, haciendo dos o tres viajes, porque no puedo marchar por el estado del camino. En camioneta no salgo más: el lunes entré, pero llegué de casualidad, porque toca todo abajo debido a que hay unos huellones impresionantes”.
Por su parte, Víctor Veik, ingeniero agrónomo de Maciá especializado en tambos, señaló: “Se hacen malabares para poder sacar lo que se produce. El de los caminos es un problema que se repite desde hace 30 años. Desde Vialidad no hacen nada cuando pueden trabajar, que es cuando no llueve. Ahora vemos los efectos de caminos que no tienen mantenimiento y el de Entre Ríos quizás sea el caso más grave de las provincias argentinas respecto de este tema”
Por otra parte, analizó el impacto de las precipitaciones del fin de semana y observó: “Estos son eventos climáticos fuera de lo normal. El rango de lluvia que cayó ahora fue desde los 160 a los 220 milímetros, dependiendo del lugar y el paraje. La mayor parte se concentró el domingo, que llovió prácticamente todo el día y generó algunos desbordes de arroyos. En lo que es el ripio de Maciá a Viale hay dos arroyos que son muy importantes y son los que cortan el paso cuando se desbordan. En Tala también pasó esto y hubo evacuados, y en otros parajes suelen quedan aislados por la crecida de arroyos”.
Si bien el tiempo será más benévolo en los próximos días, el especialista explicó que al haber jornadas más cortas en esta época del año, con menos horas de luz y menor intensidad, por más que haya días de sol “el secado del terreno demora muchísimos días”, y advirtió: “Con eso se da la situación de que los vacunos van a estar prácticamente transitando en el barro, probablemente dos o tres semanas en el caso de que se acomode el tiempo y no vuelva a llover. Esto afecta directamente a la parte productiva, porque los animales están bajo un fuerte estrés. Si estar tantos días sin sol y con tanta lluvia y humedad afecta a cualquier persona, incluso a quien vive en la ciudad, mucho más lo sufre el ganado al estar expuesto 100% a las condiciones climáticas”.
En este marco, evaluó: “Por este evento de la lluvia la producción puede llegar a caer entre un 5% a un 30%, dependiendo del establecimiento, debido al efecto del estrés que tendrán los animales”.
“El otro problema que empieza a haber con tantos días de lluvia es la aparición de enfermedades, especialmente lo que tiene que ver con el tema de mastitis, que son infecciones que empiezan a través de la ubre del animal. Se comienza a dar este tipo de contagios, porque el ambiente es predisponente para eso”, aseguró.
Situación del agro
José Luis Aiello, doctor en Meteorología, señaló que las lluvias importantes que se están dando en distintos lugares del país “son una consecuencia de que en este momento la atmósfera se encuentra con altas condiciones de inestabilidad debido al cambio climático, que hace que sucedan estas lluvias que son muy intensas y en corto período de tiempo”, y manifestó: “Entre Ríos es una de las provincias que están siendo afectadas”. Asimismo, afirmó: “Se seguirán registrando eventos de lluvias con estas características, con consecuencias en los sistemas de producción en distintos lugares de la Argentina”.
Sobre los efectos que las inclemencias climáticas podrían tener sobre los cultivos, Elvio Guía indicó: “Todo lo que es camino rural en Entre Ríos está hecho en tierra y las lluvias ahora están atrasando la siembra de trigo al no poder entrar en los campos. Si bien hay tiempo hasta fines de julio para sembrar, esto va generando retrasos. También pasa con algunos maíces de segunda que han quedado, que todavía no se habían cosechado, aunque no son gran cantidad de lotes”.
El dirigente también refirió que el mal estado en el que quedan los accesos provoca además inconvenientes en otras actividades, como la carga de hacienda y las tareas avícolas, entre otras, y evaluó: “Ha llovido mucho, los días son muy cortos y con menos sol, y aún con pocos milímetros en tantos días de lluvia el agua permanece más tiempo en los suelos. Va a llevar al menos una semana, es poco tiempo para que quede todo seco para poder transitar los caminos. No es como en verano, que seca con más rapidez”.
Sobre los pronósticos para lo que resta del mes, expresó: “Se anunció que junio venía llovedor, más que lo normal. Y de julio todavía no tenemos un pronóstico, pero esperemos que empiece a acomodarse el tiempo, porque todavía no ha hecho frío. Han caído muy pocas heladas y eso hace que tengamos estos frentes de humedad y más precipitaciones”.
Por último, comentó: “Ya hay algunos trigos que están implantado que tal vez van a tener algunos problemas por la cantidad de agua, que son los trigos cortos”.