Unión de Uniones pone en evidencia que el aumento del precio pagado al ganadero por la leche es aún muy bajo y no es proporcional al aumento de gastos de producción.
En este sentido, insiste en que a finales de 2021 el coste de producción ya estaba en torno a 40 céntimos por litro. Actualmente, este ya rondaría los 50 céntimos el litro, debido al elevado incremento del coste de la alimentación principalmente, pero también del gasóleo, electricidad, fertilizantes…
Si se tiene en cuenta que el precio al ganadero, de media nacional según el MAPA, ha pasado de los 36 céntimos por litro en noviembre de 2021, a 42 céntimos por litro en abril de 2022, las industrias seguirían pagando por debajo de los costes con la complicidad del Ministerio y pese a una Ley de Cadena que se supone venía a evitarlo.
Unión de Uniones denuncia que la situación es tal, que el sector se ha visto obligado a recortar raciones de pienso, y sobre todo a sacrificar a su ganado, no sólo para dejar a los animales más productivos, sino también, en muchos casos, para hacer frente a deudas u obtener liquidez para pagar por ejemplo el alimento del ganado.
La organización resalta que los datos de censo publicados por el MAPA hablan por sí solos: entre enero y junio de 2021 el censo se redujo en 5.331 hembras; entre julio y diciembre de 2021, con unos costes más agravados el censo de hembras se redujo en 10.539 hembras, y en el periodo más agudo de esta crisis de costes, de enero a junio de 2022, se han tenido que sacrificar 18.556 hembras.
Unión de Uniones denuncia que la industria sigue en su negativa en reconocer y pagar unos precios justos al ganadero para compensar sus costes de producción y no tiene capacidad de mirar más allá de conseguir pagar barato a corto plazo.
“Nos vemos obligados a recordar una obviedad, si sacrificamos nuestras vacas, producimos menos leche, y teniendo en cuenta que el precio que nos pagan es de los más baratos de Europa, dudamos mucho que las industrias puedan abastecerse de fuera. La industria está jugando con el suministro de la alimentación de los consumidores con el único objetivo de ahorrarse unos céntimos que pagar al ganadero. La sociedad debería ser consciente de esta irresponsabilidad y rechazarlo, por no hablar del Ministerio, claro” añaden.
La organización alerta de que esta menor producción ya se está dando, según los datos de declaraciones obligatorias. España arrastra dos meses de caídas de la producción, en marzo y abril se produjeron 24.000 toneladas menos que el año pasado, sin que las previsiones sean favorables: los costes disparados, el cierre de granjas y el sacrificio de vacas lecheras hacen que seguramente el segundo trimestre de 2022 sea también de fuertes caídas y muy probablemente se extienda a lo que queda de año.
Situación igual de asfixiante para ovino y caprino
Unión de Uniones indica además que la situación es igual de grave, o incluso peor en el sector del ovino y caprino de leche, donde los costes también están asfixiando a los productores y las pérdidas de producción.
De hecho, en marzo y abril la producción de leche de oveja se redujo en 3,6 millones de litros, y la de cabra en algo más de 7 millones respecto a los mismos meses de 2021. En el caso de la leche de cabra es más que grave la caída de producción de abril, del 9% respecto a abril de 2021.
Unión de Uniones insiste en que la Ley de Cadena Alimentaria es insuficiente, al no salvaguardar que el precio pagado cubra los costes “y a la Administración ni está ni se la espera”.
La organización anima a todos los ganaderos a estimar sus costes de producción, de cara a conocer su situación real respecto al precio percibido y a exigir, en la medida en la que el escaso poder de negociación del eslabón productor lo permita, un precio pagado acorde a sus costes. Asimismo, hace un llamamiento a la responsabilidad de la industria: “Sólo por salvaguardar su propio futuro deberían pagar precios justos a los ganaderos”, añaden.