La investigación se debe a una denuncia presentada en julio contra este fabricante instalado en el cantón de Schwyz, en el centro de Suiza, que en este momento tiene sus instalaciones cerradas.
La denuncia explica que “34 personas enfermaron y 10 de ellas murieron”, indicó a la AFP la fiscal de la región de Innerschwyz, Franziska Steiner.
Tras la denuncia se abrió un “proceso penal por la presencia de listeria en los productos” de esta quesería, agregó.
La fiscalía investiga ahora si el fabricante es “responsable” de las muertes y si “infringió la ley de productos alimenticios”.
Entre marzo y mayo cuatro pacientes fueron ademitidos en un hospital suizo tras haber consumido un queso, informó la prensa local. Uno de los pacientes, que tenía cáncer, murió, según la agencia de prensa suiza ATS.
La propia quesería informó en mayo a sus clientes de que había encontrado la bacteria listeria en sus quesos. Esta bacteria se encuentra en los productos no pasteurizados y puede resistir semanas en temperaturas frías, por ejemplo una nevera. La quesería también alertó la oficina de seguridad alimentaria, que advirtió también a los consumidores.
La listeria provoca complicaciones en las personas más frágiles: niños, ancianos, personas enfermas o embarazadas.