En la pintoresca ciudad bonaerense de Tandil, donde la inmigración, tradiciones, identidad, producción y familia se entrelazan de manera armoniosa, se encuentra una industria quesera que es un verdadero tesoro local.
Los quesos del lugar, elaborados a partir de recetas legendarias que fueron transmitidas de generación en generación, son una muestra de la riqueza gastronómica de la región.
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El encanto de Tandil no sólo radica en su imponente paisaje serrano y su historia religiosa, sino también en la variedad de quesos que ofrece. La combinación de leches de vaca, cabra y oveja, junto con una amplia gama de especias y condimentos, da lugar a quesos de diferentes texturas, desde blandos hasta semiduros y duros.
Algunas de las especialidades regionales incluyen Provolone, Provoleta, Gruyer, Azul, Banquete, Pecorino, Cheddar, Romano, Brie, Camembert, Cuartirolo, Port Salut, Mozzarella, Pategras, Sardo, Pepato, Gouda, Brind´Amour, Reggianito y Holanda/Holandita.
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Además, la celebración incluye espectáculos musicales y ferias artesanales en el Parque Independencia.
Opciones para conocer los mejores quesos de Tandil
Sin embargo, el resto del año también pueden visitarse algunos establecimientos que preparan estos manjares. Aquí, algunas opciones para explorar y degustar la riqueza quesera de Tandil : Aimá “Queso de pasta hilada”, Tandileofú, Don Atilio, Doña Cuchara, Don Mateo, La Herradura, El Holandés, Fábrica de quesos Moreno, 4 Esquinas (de oveja), Doña Catalina, Ña Lupe, Maitilac. Cada una de estas empresas ofrece experiencias auténticas que reflejan la pasión y el compromiso de la región con su tradición.