En los micrófonos de COPE Canarias hemos podido escuchar el testimonio de Juana Castillo, una ganadera de Fuerteventura que produce quesos con la marca Cañadas de Agando. Asegura que se está planteando el cierre de la explotación, si no puede reducir los gastos que acarrea la producción, que van al alza. Hablamos de una empresaria que lleva 22 años sin tocar el precio de su producto que comercializa a 6 euros el kilo.
En la actualidad mantiene una cabaña de 2.000 cabras y 1.000 ovejas a las que alimenta con maíz, cereales, alfalfa en rama o heno de avena, para que posteriormente el queso sea de calidad. Con cada animal comiendo un kilo con 300 gramos, los costes están muy por encima de los 1.000 euros al día. “Eso no es nada”, nos contaba, sin desvelar a cuánto asciende el precio del alimento.
Su situación no es exclusiva ya que afronta la subida de precios que está haciendo mucho daño al sector primario: subida del flete de contenedores hasta los 6.000 euros. Aunque este no es el único gasto: transporte, electricidad o gasoil hacen que los empresarios más pequeños tengan un futuro complicado hasta el punto de que, como decía Juana, muchos tendrán que cerrar sus puertas al no ser rentable el negocio.
Es una decisión que ella mismo se está planteando, porque las soluciones no llegan. Estas pasarían por rebajar el coste de la producción, subvenciones por parte del Gobierno de Canarias o subir el precio del queso. Y es que ha llamado la atención el que, durante 22 años, haya mantenido invariable el precio de su producto.
Esta última opción no le convence. Juana asegura que no aumenta el coste por temor a que deje de venderse. Tampoco ve posible que se produjera el alimento de los animales en la propia isla por las escasas lluvias. La de nuestra protagonista como comentamos no es una historia única. Ni tampoco de Fuerteventura. En Gran Canaria, que cuenta con una de las cabañas más extensas de Canarias, el cabildo ha anunciado la inversión de dos millones de euros para paliar el sobrecoste del pienso.