Cada dos o tres días, los monjes de la Trapa de San Isidro de Dueñas (www.abadiasanisidro.es) reparten unos 2.000 litros de leche pasterizada procedentes de la granja certificada Abadía San Isidro donde conviven vacas lecheras –actualmente 75– desde 1952.
Toda su gama de leche –entera, desnatada y semidesnatada–, el queso fresco y el yogur natural que elaboran presentan plenas garantías de calidad y seguridad porque se conoce su procedencia. «Nuestra leche fresca, perfecta para consumir directamente o para utilizarla en repostería, es pasterizada, no lleva ningún aditivo ni condimento y está producida, como máximo, siete días antes», explican.