Unión de Uniones, junto con otras organizaciones, denunciaba en 2022 ante la CNMC las posibles prácticas anticompetitivas en la venta de leche UHT de marca blanca por parte de Mercadona, Bonpreu y Lidl por alineamiento de precios.
Este escenario estaría dejando patente el abuso de la posición de dominio colectivo de estos distribuidores vulnerando, a juicio de la organización agraria, varios preceptos de la Ley 5/2007 de Defensa de la Competencia a expensas del eslabón más débil.
La organización cree que la explicación dada por la CNMC sobre el uso del business intelligence para adaptarse competitivamente y por la que se llegaría a un paralelismo de precios es muy superficial y rema a favor de una distribución que ya tiene una gran ventaja en la cadena alimentaria.
“Nos dicen que no han encontrado indicios racionales suficientes en el seguimiento que hemos presentado entre todos los denunciantes, pero nos preguntamos si los han encontrado de lo contrario, porque si no hay pruebas habrá que seguir investigando, no se debería archivar sin más”, critica Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones.
La organización insiste en que los indicios presentados por la organización eran más que suficientes para poder haber iniciado una investigación minuciosa y lamenta que cada vez que una denuncia puede repercutir algo en el IPC, la CNMC pareciera que no tuviese mucho interés en tirar del hilo.
El responsable de vacuno de leche de Unión de Uniones señala que el sector lácteo lleva sufriendo muchos años las consecuencias de una ley de cadena alimentaria que no acaba de mejorarse ni de cumplirse, utilizando el producto como reclamo y dejando en una situación grande de indefensión a los ganaderos de leche.