En el libro “Humboldt una mirada atrás, sus primeros 150 años” de Raúl Kröhling uno puede conocer en detalle las características que a lo largo de un siglo y medio, muestran el crecimiento de esta pujante localidad del departamento Las Colonias. Y en el capítulo dedicado a las industrias, cooperativas y emprendimientos que nacían con el correr de las primeras décadas de la colonia, hay una que se destaca: La Sociedad Cooperativa de Cremerías Limitadas “Unión La Nueva”.
Se trata de la primera cooperativa tambera del país y probablemente de sudamérica. “Los inmigrantes suizos y alemanes fueron sin dudas los impulsores de la industria láctea intensiva y también del cooperativismo cuyas raíces nacen de la propia vida económica de la colonia. Juntaron sus ideas, esfuerzos y solvencia para concretar y satisfacer las necesidades de la época”. Así Kröhling nos sumerge en el impulso emprendedor de estos verdaderos forjadores de la actividad agropecuaria.
Fundada un 9 de abril de 1909 en Colonia Nueva, la Sociedad Cooperativa de Cremerías Limitadas tuvo como propósito industrializar la crema, marcado así a Colonia Nueva como cuna de la primera cooperativa de tamberos.
Duilio Rohrmann presidente comunal de Humboldt y descendiente de uno de los primeros fundadores habló con Campolitoral sobre lo que representó para la colonia la fundación de la cooperativa. “Como en muchos de los pueblos del departamento Las Colonias, debido a la división que se hizo de las tierras y que fueron entregadas a los colonos -de 33 hectáreas-, la primera actividad fuerte que tuvo la colonia fue agrícola. En aquella época se sembraba trigo o lino, no había otros cultivos para hacer. Luego los colonos viendo las necesidades que surgían a veces ante una mala cosecha -debiendo esperar todo un año para comenzar el ciclo nuevo para mejorar la situación económica-, decidieron comenzar con la actividad tambera”.
Rohrmann agregó que en esos años en cada casa de campo había una vaca y una desnatadora de leche. “No era la actividad principal pero se ordeñaban vacas para consumo propio y para hacer algún producto. Con la llegada de las primeras empresas que compraban leche, eso estimuló a los productores a agruparse y a conformar la primera cooperativa tambera para desnatar la leche y la crema que podían producir en sus propias explotaciones agropecuarias”.
El presidente comunal de Humboldt remarcó que la formación de la primera cooperativa tambera del país y probablemente de sudamérica, en la zona de Colonia Nueva, marcó el inicio de un gran crecimiento de la actividad en la zona. “Estuvo presente 16 años y llegó a tener cinco cremerías, siendo para la época un desarrollo económico muy importante para la localidad y la región. Luego por una desavenencia entre los socios por el tema del suero se terminó por cerrar en 1925. El fin de la Sociedad Cooperativa de Cremerías Limitadas Unión La Nueva, es coincidente con la fundación ese mismo año de Milkaut. Que con el correr de los años hizo un gran desarrollo lácteo en nuestra zona”.
Por último Rohrmann recordó el homenaje que hace 23 años hizo Asociación Unión Tamberos (AUT) en el lugar exacto donde estaba emplazada la primera sede de Unión La Nueva. “En el año 1997 el Concejo Directivo de AUT tomó la decisión de brindar un homenaje a los pioneros de la lechería, construyendo un monumento en honor a las familias que dieron el puntapié inicial de la industrialización de la leche en nuestro país. Es un verdadero orgullo para Colonia Nueva y Humboldt poder mostrar aquí parte de nuestra historia”.
Los primeros pasos
Según describe Kröhling en su libro la primera reunión se realizó en la Escuela de Colonia Nueva con la participación de los primeros socios que formaron la cooperativa. En la siguiente reunión celebrada el 15 de agosto de ese año se elige el primer cuerpo directivo el cual quedó conformado por tres miembros: Valetín König como Presidente; Teodoro Kinen como Secretario y Juan Oeschgner como Vocal. Allí dicha comisión fue facultada para tramitar la adquisición de un edificio y maquinarias.
Además se hizo la venta de las primeras acciones a un valor de 50 pesos moneda nacional cada una. Se vendieron en total unas 108 acciones a 22 accionistas. También durante la reunión de agosto de 1909 fue aprobado un reglamento presentado para la sociedad denominado: Sociedad Cooperativa Unión La Nueva.
El 15 de octubre de 1909 empezó a recibir las entregas de leche y crema de sus asociados. En la primera quincena ingresaron en la sociedad unos 24.863 litros de leche.
En tanto el 16 de octubre se envío por ferrocarril a la fábrica de Luis Magnasco y Compañía (de la provincia de Buenos Aires) la primera remesa de crema. Eran cuatro tarros que completaban 110 kilos netos en total. Se enviaron desde esa fecha hasta fines de octubre siete cargas que completaron 51 tarros con 1418 kilos de crema, además en noviembre el litro de leche recibido por la cremería se comenzaba a pagar en base al tenor de grasa butilométrica y el 25 de noviembre de ese mismo año se realiza la asamblea general con la presencia de los 22 socios.
Con el correr de los años y el crecimiento que venía experimentando la cooperativa se anunció la instalación de la Cremería N° 2, en el lote 74 ubicado en Colonia La Nueva para la fracción de 32 metros de frente y 35 de fondo.
Pronto se fueron agregando nuevos socios debido al impulso productivo en la cremería, que además de ser vendida a Buenos Aires, también se realizaron envíos a la provincia de Córdoba y a las ciudades de Esperanza y Rosario. En tanto el 30 de octubre de 1910 se renueva el Consejo de Administración y se acuerda agregar un artículo al estatuto estableciendo que los socios llevaran la leche y la crema a otras cremerías perderían el interés a que es acreedor según sus acciones.
En esos años fue indispensable laborar un reglamento sobre el derecho de retiro de suero, dado que había muchas quejas de los socios por su falta. Cinco años después en 1915, se decide llevar el estatuto de la cooperativa al Superior Gobierno de la provincia de Santa Fe, para iniciar gestiones y obtener la personería jurídica que se alcanzó en mayo del año siguiente.
En febrero de 1917 se resolvió la compra de una cremería en la ciudad de Esperanza por la suma de 1620 pesos de aquella época. Además en agosto de 1918 se aprueba la instalación de una nueva sucursal en Colonia Nueva y un año más tarde se pone en marcha la cuarta sucursal de la cooperativa.
Para el año 1922 la sociedad resuelve la compra de un nuevo edificio. Durante ese tiempo la cooperativa siguió procesando la crema que no solo se colocaba en Santa Fe sino también en Buenos Aires. Igualmente siguieron realizando numerosas inversiones en cada uno de sus cremerías como la compra de calderas, balanzas, desnatadora, carros y tachos, dado que en esos años la producción se vendía a tres firmas de Buenos Aires y también a otras empresas de Córdoba y Santa Fe.
En abril del año 1923 se decide poner en marcha la quinta cremería a vapor situada en la localidad de Pilar. Su costo completo sumó 8475 pesos. Un año más tarde los productores continuaban con su reclamo de seguir disponiendo del suero para alimentar a sus porcinos, pero sin fabricar caseína el negocio distaba mucho de ser rentable.
A raíz de ello en febrero de 1925 se aprobó la venta de la cremería N° 2 “Esperanza” por la suma de 4000 pesos. En la misma sesión por mayoría de votos se resolvió vender las cuatro cremerías restantes y el 27 de marzo se aceptó la propuesta de pagarlo por las cuatro cremerías la suma de 52.000 pesos pagaderos la mitad del 30 de abril y la otra mitad del 30 de septiembre de 1925, en giros del Banco Nación sucursal Esperanza.
El 27 de septiembre los asociados de la cooperativa en Asamblea General resolvieron la disolución de la sociedad. En tanto el 5 de noviembre de 1925 se realiza la última asamblea representada en el Acta N° 70 donde se procede a la lectura de las actas anteriores y el balance económico de la institución y a su respectiva liquidación con un capital de 75.825,77 pesos.