La Alianza UPA-COAG pidió este lunes «responsabilidad» a las industrias lácteas de Castilla y León para que «no jueguen temerariamente con el presente y el futuro de los ganaderos de ovino de leche» y den a conocer las condiciones económicas de los nuevos contratos para este sector de cara al año 2022.
Y es que, según informó la alianza a través de un comunicado remitido a Ical, «los ganaderos siguen sin conocer las condiciones económicas de los contratos lácteos para este año 2022», en una maniobra que desde UPA-COAG temen que sea «interesada» por parte de las empresas para «retrasar el tiempo hasta que conozcan los precios que la distribución marque a determinados productos lácteos en los lineales».
Para las opas, se trata así de «una nueva estratagema y acción interesada por parte de las industrias lácteas para conseguir mayores beneficios a costa de los ganaderos, que se encuentran en una situación límite debido a los altísimos costes de producción que llevan asumiendo desde hace meses por los precios tan elevados de piensos, electricidad, gasóleo y resto de insumos».
Atentos a los movimientos de la industria láctea
De lo contrario, tal y como advierten desde la alianza UPA-COAG, «la mitad de las explotaciones dedicadas al ovino de leche en Castilla y León verían peligrar su supervivencia en 2022 si los precios no se ajustan a la realidad actual».
Por ello, insisten en que se pague «un precio justo por la leche de oveja» y requieren a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Agricultura que «tomen conciencia de este problema y actúen, si fuera necesario, para que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria», impidiendo con «sanciones duras» cualquier «maniobra interesada» que quiera «arruinar» a las explotaciones de ovino de Castilla y León.