Se trata de un producto de bajo costo, producido a partir de suero de leche bovina.
La Agencia de Extensión Rural (AER) 9 de Julio del INTA decidió experimentar –de forma exploratoria– en el cultivo de trigo con un lactofermento elaborado por el Laboratorio “Los Cardales” mediante un proceso de fermentación anaeróbica a partir de suero de leche, con la adición de algunos productos minerales y melaza.
“Realizamos una experiencia con una variedad de trigo sensible a enfermedades (DM Algarrobo) para tratar de visualizar su acción como bioprotector y también como biofertilizante”, explicó Luis Ventimiglia, jefe de la AER 9 de Julio del INTA y especialista en cultivos.
Uno de los objetivos del ensayo era verificar si el producto tenía propiedades fungicidas. Por ese motivo, se dividió el terreno en dos lotes: uno recibió tratamiento con fungicida –para protegerlo de las enfermedades foliares– y el otro no recibió tratamiento. Ambos sectores recibieron la misma fertilización a base de fosfato monamónico, urea y sulfato de calcio.
“Si bien pudimos apreciar que el producto no tuvo un efecto importante en el control de las enfermedades que se presentaron (mancha amarilla, roya de la hoja y roya amarilla), observamos un mejor comportamiento del trigo en el rendimiento, a medida que se utiliza mayor cantidad del lactofermento o cuando el mismo se aplica en forma secuencial”, señaló Ventimiglia.
En ese sentido, el especialista sostuvo que “los resultados son alentadores” porque incluso cuando no se aplicaron fungicidas, “los incrementos del rendimiento fueron de 33,5 % con la única aplicación al 15 % del lactofermento, de 68,5 % cuando se realizaron cuatro aplicaciones progresivas y de 96,6 % cuando se hicieron seis aplicaciones”.
Asimismo, el especialista indicó que cuando se analizó el comportamiento del lactofermento con la protección fungicida, el rendimiento creció drásticamente y se apreciaron aspectos de interés, “todos los tratamientos presentaron un incremento respecto al testigo, con fungicida, pero sin el producto”.
A grandes rasgos, Ventimiglia subrayó que “las aplicaciones secuenciales son las más productivas, aunque eso genera un costo adicional de aplicación que, de cualquier manera, quedaría cubierto con el incremento superior al 40 % en el rendimiento”, y agregó: “Se trata de un producto de bajo costo y cuya fermentación la puede realizar cualquier productor sin necesidad de una gran estructura”.
Suero de leche
La elaboración de quesos produce un subproducto conocido como el suero de leche, que se obtiene tras la coagulación de la leche, cuando se separa la cuajada del queso. Si bien muchos productores utilizan el suero como un alimento en la producción porcina, en los últimos años se incrementaron los estudios con el fin de encontrarle otros usos a este subproducto de la industria láctea que, en algunos casos, se desecha.