“No se trata de suplir o elegir (productos importados sobre los nacionales), sino una complementación.
“Cuando no produces suficiente en tu país y la demanda está ahí, ¿por qué los consumidores no tendrían los productos que quieren y necesitan de un aliado en un tratado comercial entre ambos países?”, dijo en entrevista.
México tiene un déficit de entre 25 y 30 por ciento en producción de leche y lácteos, con casi 12 mil 500 millones de litros.
Un 80 por ciento de la demanda interna de lácteos se satisface con importaciones de Estados Unidos, que suman 638 mil 400 toneladas de productos como leche descremada en polvo, quesos y proteínas concentradas de suero de leche, entre otros.
Sin embargo, a decir de productores de leche nacionales, estas importaciones vulneran la industria, debido a que son más baratas y de menor calidad.
“A veces el comercio es malentendido, no es que una industria pase por encima de la otra, se trata de asegurar que los productos saludables se incorporen a más dietas.
“Estamos comprometidos con esta relación y no sólo en un sentido; si no beneficia a sus consumidores y a su industria no beneficia a la nuestra, tiene que haber confianza, ayudarnos entre todos, pues queremos que haya productores en el campo”, dijo.
Harden apuntó que el comercio bilateral busca crear mercados, demanda y oportunidades para productores e industrias en ambos países.
Precisamente, afirmó, para aclarar dudas de la cadena de producción mexicana se emprendió una visita oficial de trabajo en la Ciudad de México con funcionarios del Gobierno federal y representantes del sector en el marco del Día Mundial de la Leche.
Harden resaltó que la leche descremada en polvo, cuyo ingreso ha sido cuestionado por el gremio lechero, se enfoca a cubrir la demanda de sectores que no requieren leche fresca, como la panificación, confitería y chocolates, bebidas, entre otras.
Se busca reforzar la cooperación con México para complementar el mercado nacional, insistió.
México es el principal mercado de exportación de leche y lácteos para Estados Unidos.
Después de una baja de 13 por ciento en sus ventas de lácteos al País en 2020, debido a la pandemia, el año pasado se registró un incremento de 10 por ciento, el cual se espera mantener este 2022.
El año pasado, el comercio de leche y lácteos entre ambas naciones fue de 2 mil millones de dólares, con una balanza comercial a favor de Estados Unidos, que exportó al País mil 700 millones de dólares.