¿Cómo es eso posible si el derecho de exportación vigente sobre el cereal es del 12% y el de la leche en polvo –principal producto de exportación de la industria láctea argentina– es del 9,0%?
José “Pepe” Quintana, productor lechero en el partido bonaerense de General Villegas y director de la consultora Economía Láctea, explicó que, como el impuesto lo termina pagando el productor primario porque el exportador lo descuenta del valor abonado por la leche, entonces lo correcto es que la incidencia del mismo se mida en función del impacto causado a las empresas agropecuarias.
“Un tambo de 12.000 litros/ha/año paga 440 u$s/ha en concepto de derechos de exportación a partir de la capacidad de pago de la exportación de leche en polvo entera”, explica Quintana en un informe publicado en Economía Láctea.
“En general, cuando se habla de derechos de exportación, se hace referencia a porcentajes, sabemos que la soja paga el 33%, maíz y trigo el 12% y la leche en polvo el 9%. Pero, ¿cuánto es eso en plata?”, preguntó el consultor.
Al tomar el valor de exportación (FOB) de cada uno de esos commodities, al 15 de enero pasado la soja pagaba 189 u$s/tonelada en concepto de derechos de exportación, mientras que el maíz y el trigo pagaban 31 u$s/tonelada. La leche en polvo entera, considerando como referencia el valor promedio de la última subasta de Fonterra (3380 u$s/tonelada), tributaría en concepto de retenciones 304 u$s/tonelada.
Partiendo del supuesto de que para fabricar una tonelada de leche en polvo se necesitan 8300 litros de leche, las retenciones representan 0,037 u$s/litro de leche cruda.
“En el caso de la soja, para un rendimiento de 3500 kg/ha, las retenciones representan 662 u$s/ha, para un maíz de 8000 kg/ha, el tributo es de 252 u$s/ha y para un trigo de 4000 kg/ha alcanza a 128 u$s/ha. Pero, en el caso de la leche, para una productividad de 12.000 litros/ha/año, los 0,037 u$s/litro de retenciones resultan en 440 u$s/ha”, remarca Quintana.
“Lo que muestran estos números es que el porcentaje no dice demasiado respecto del impacto que ese número representa en cada negocio: el 9,0% de la leche en polvo es altísimo cuando se mide su impacto en el tambo”, concluye.