Según una denuncia que ha llegado a CiberCuba desde la isla, en Cojímar las bodegas estatales venden este producto lácteo, dirigido a los niños de hasta 7 años de edad, con una etiqueta que tiene una nueva fecha de vencimiento.
“Es una falta de respeto, porque le ponen otra etiqueta para engañar”, asegura la denunciante quien no revela su identidad para evitar represalias en la isla.
En las fotos facilitadas a esta redacción puede verse el producto, que según nos cuenta la mujer fue adquirido el pasado 23 de noviembre, con una etiqueta de embalaje superpuesta a otra que tiene una fecha de vencimiento diferente.
La persona que hace la denuncia había sido alertada con anterioridad por su propia madre, dice, y fue testigo de las reclamaciones de otros consumidores en el mismo establecimiento comercial sin obtener una respuesta convincente ante sus dudas.
Nos contó que preparó la leche y al paladar no tiene ninguna característica que pueda detallar que el producto esté en mal estado, pero aun así teme dárselo a su bebé ya que puede provocarle alguna reacción adversa.
Para obtener una respuesta oficial enviamos un correo electrónico al vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial del Gobierno habanero, Julio Martínez, solicitando una posible explicación sobre por qué hay dos fechas de vencimiento diferentes para un mismo producto. Al momento de redactar esta nota no se había recibido ninguna respuesta.
La venta de productos alimenticios vencidos o con mala calidad han sido denunciados por los propios cubanos en innumerables oportunidades. En Santiago de Cuba, en medio de una crisis alimenticia, con escasez de productos como el aceite para cocinar, se vendía a principios de este año aceite de oliva con fecha de caducidad.
Un trabajo periodístico publicado por CiberCuba en el mes de febrero dio a conocer, a través de una trabajadora de la tienda La California, este fenómeno. La misma dependienta aseguró que “cuando la gente ve que han vencido, vienen para arriba de uno a reclamar y los jefes cogiendo aire en su oficina”.
Por su parte una cubana utilizó las redes sociales en octubre para denunciar que compró, en CUC, un panqué con moho. “¿Quién me devuelve el dinero de este producto en mal estado?”, se preguntaba en ese entonces la joven identificada como Laura de Cuba.