Un acuerdo histórico entre productores de pequeña escala y una empresa local establece un modelo de comercialización directa, asegurando un precio justo y un futuro más estable para la industria lechera.
Un hito significativo se ha logrado en el sector lácteo de Ecuador con el establecimiento del “primer enlace comercial de leche”. Este acuerdo, facilitado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), conecta directamente a un grupo de pequeños productores con una empresa local. El objetivo es claro: formalizar la comercialización del producto y garantizar un precio más justo para los ganaderos, sentando un precedente positivo para toda la industria a nivel nacional.
El acuerdo, considerado un modelo a seguir, beneficia a 14 productores de la Asociación de Productores de Lácteos “El Cebollar” en la provincia de Chimborazo. Estos productores ahora cuentan con un comprador fijo para su leche, la empresa Lácteos San Antonio, lo que les proporciona una estabilidad económica de la que carecían. Al establecer un canal de venta formal y directo, este enlace elimina a los intermediarios que tradicionalmente reducen el precio final para el productor, aumentando así su rentabilidad.
Para los ganaderos de la asociación, esta iniciativa representa una oportunidad transformadora. A través de este acuerdo, no solo obtienen un mejor precio por cada litro de leche, sino que también se ven incentivados a mejorar la calidad y la inocuidad de su producción. La seguridad de contar con un mercado garantizado les permite planificar a largo plazo, invertir en sus tambos y mejorar la calidad de vida de sus familias, lo que fortalece el tejido económico y social de sus comunidades.
Por su parte, la empresa Lácteos San Antonio también se beneficia de este arreglo. El acuerdo le asegura un suministro constante y de alta calidad de la materia prima, lo que es fundamental para sus operaciones y para la elaboración de sus productos. La trazabilidad y la formalidad que aporta este tipo de enlaces son vitales para una industria que busca crecer y competir en un mercado cada vez más exigente en términos de seguridad alimentaria y sostenibilidad.
Este “primer enlace comercial” es mucho más que un simple acuerdo de compra y venta. Es un prototipo de cómo la colaboración entre el gobierno, las asociaciones de productores y las empresas privadas puede resolver problemas estructurales en el sector agropecuario. Al formalizar y dignificar la comercialización, este modelo abre la puerta a un futuro más equitativo y eficiente para la industria lechera de Ecuador, demostrando que un futuro más próspero es posible para los pequeños productores del país.
Fuente: La Gaceta