Esta vez les escribo desde Villa María, el corazón de la Cuenca Lechera, en Córdoba, Argentina. Mi oficina hoy es la grandiosa Todo Láctea, un evento en el que se encuentra toda la familia de la cadena láctea, empezando desde los alumnos de las escuelas agrotécnicas de la zona participando en las Olimpíadas Lecheras Nacionales.
72 disertantes que hablan de reproducción, alimentación, genética, de logística, de cambio climático. Robótica, lechería de precisión y digital, confort animal y bienestar del recurso humano. Concurso de forrajes conservados y jura a campo de vacas lecheras con más de 40 tambos participando, cerca de 200 ejemplares en competencia. Productores pequeños, medianos y asociativos y también los gigantes compartiendo sus experiencias; y una gira por las industrias lácteas para introducirnos al mundo de los quesos.
En esta exposición tenemos la oportunidad de ver en un pantallazo a nuestro mercado lácteo todo. Todo está a la vista. La realidad, la actualidad, la ciencia y la tecnología que le da la posibilidad al sector de de tomar las oportunidades que le brinda el futuro, porque incluso en contextos de crisis el campo, y sobre todo la lechería, ha demostrado que amando lo que uno hace, siempre se puede avanzar.
Los 1000 km que me trajeron desde Posadas hasta Villa María, que será esta semana la Capital Lechera, fueron el time lapse de nuestra producción argentina: explotaciones forestales, el paisaje agrícola y su imponente maquinaria, granjas ovinas y avícolas, ganadería… y cuanto más me adentraba atravesando Santa Fe y luego ingresando a Córdoba, el esplendor de la lechería. Las vacas en los corrales dejaban los marrones y se iban volviendo Holstein, claro que hay vacas lecheras de otras razas pero ellas, las overas, son las más emblemáticas para nosotros, los enamorados del tambo.
Otra cosa emblemática de las regiones lecheras, es la infraestructura industrial láctea. Los tanques de enfriamiento monumentales, y los logotipos de las marcas de los lácteos que todos tenemos en nuestras heladeras, y los que hemos visto en los supermercados toda la vida. Todos los camiones, muchos, muchos camiones cisternas, refrigerados, jaulas con ganado… Nuestra economía y nuestra cultura están fluyendo sinérgicamente en el paisaje, constantemente. Es enorme la industria láctea. Enorme.
Es que seguro ni te imaginás todo lo que hay alrededor y detrás de tu vaso de leche, y que te transformás en parte de todo eso hermoso cuando lo tomás. En la identidad de nuestra nación, en el resultado exitoso del esfuerzo del granjero, del amor con el que cría cada animal y lo hace productivo. Cuando tomás un vaso de leche sos también esta cadena láctea, y al integrarla la engrandecés.
Ahora contame vos ¿Ya tomaste tu vaso de leche hoy?
Consumir lácteos hace bien. Es saludable y es identidad.
Valeria Guzmán Hamann
EDAIRYNEWS